Cuando alguien dijo que “la fama cuesta” no se inspiró en Billie Eilish, pero la cantante podría haberle contado su bio y haber refundado esta afirmación.
En una nueva entrevista con V, la ganadora del Grammy reveló que, aunque las cosas siguen igual en su familia, su nueva fama ha sido un "poco chocante para algunas personas que crecieron conmigo o que no me han visto en mucho tiempo."
"[Ellos] vienen a vernos y ven que es exactamente lo mismo", dijo sobre la gente que viene a la casa de su infancia en Los Ángeles, ellos esperan una mansión, pero se equivocan. Los grandes lujos no van con Billie.
"No hay ninguna señal de que exista un famoso a menos de 60 metros de esta zona". Aunque a veces tiene que recordarse: "lo que mi vida es realmente para el mundo exterior. A veces se me olvida”.
Sin embargo, hay un gran aspecto de su vida que ha cambiado y son sus amistades. Porque a pesar de tener legiones de fans, Eilish dijo que no "tiene ningún amigo". También recordó que fue una "pesadilla" cuando empezó a hacerse notar a los 16 años, lo que la "asustó muchísimo".
"Me convirtieron en un accesorio. Nunca me había asustado tanto. Fue como una gran estampida... en esos tres meses, me había hecho muy conocida, pero no lo supe hasta que estuve en esa situación", dijo Eilish, explicando que tampoco podía permitirse seguridad en ese momento. "Desde ese día, no fui a ningún sitio. No hice nada", dijo. "Estaba tan alucinada por lo que había pasado y por lo impotente que me sentía". Una jaula dorada que le robó la adolescencia. En sus propias palabras ha sido un viaje con sus pros y contras: "hay tantas cosas que nunca podría hacer si no tuviera lo que tengo, y tantas cosas que nunca podré volver a hacer".
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