CHRISTIAN COWAN: Trajes de cocktail antes del asesinato

Ya necesitábamos algo de drama durante la Semana de la Moda de Nueva York, y no me refiero a la pelea entre BB Trickz y Bad Gyal. Esta vez hablamos de la nueva colección Spring Summer que Christian Cowan ha tenido la oportunidad de presentar un nuevo año. 

El diseñador, que estudió en la London College of Fashion, lanzó su marca homónima el mismo año de su graduación (2016) y fue todo un éxito. Sin embargo, todo esto también se dio a que Cowan ya era muy conocido incluso durante su transcurso en Saint Martins, teniendo clientas del nivel de Lady Gaga o Beyoncé. La marca siempre ha guardado una misma esencia, y es que a Christian Cowan se le da muy bien crear looks de gala a partir de prendas casuales ¿no os parece super interesante?

Para todo aquel que le suene este nombre, no le viene de sorpresa el estilo característico de su marca: trajes de noche, elegancia y extravagancia. Sin embargo, la noche del 9 de septiembre el East River de Nueva York se convirtió en una verdadera escena de un crimen ficticio, en el que las modelos intentaban averiguar el culpable tras todo eso. Cowan esta vez ha sabido arriesgar e innovar dentro de su propia marca, ya que, aunque se hayan presentado muchas prendas elegantes, hemos podido ver un ambiente mucho más rebelde y misterioso. El diseñador sabe que nos encanta una historia tras la colección: ‘una de mis figuras más icónicas es Carrie Bradshaw’.

El show dio comienzo y las modelos siguieron una misma coreografía en su actitud: ‘las modelos se encuentran en una fiesta y alguien muere, cuando salen no paran de mirar a su alrededor con escrupulosidad’, afirmaba el diseñador para ‘The Perfect Magazine’. Las primeras modelos parecían haberse levantado recientemente: lencería de seda y faldas compuestas por ropa interior superpuestas del mismo tejido. Abrigos extra grandes de tafetán que cubrían un top de lencería negra y unos pantalones de vestir del mismo tejido. La ropa interior comenzó a verse, esta vez, superpuesta sobre otras prendas como faldas y chalecos de charol. Este último fue un material primordial para gran parte de la colección, ya que también se presentaron vestidos, trajes completos masculinos, calentadores y los puños de los abrigos de este mismo tejido.

En cuanto a los accesorios, lo que más destacó fueron dos desconcertantes paraguas, pendientes de aro tan descomunales como los abrigos, brazaletes imponentes y bolsos que las modelos llevaban ocultos bajo el brazo. Además, algunos conjuntos incorporan detalles dorados perfectamente combinados con los accesorios, mientras que una rosa metalizada sirvió como broche para cerrar las chaquetas de los trajes. La última parte del desfile presentó una serie de looks en un vibrante azul eléctrico, un cambio notable que captó la atención del público, culminando con tres deslumbrantes conjuntos en lamé plateado que se convirtieron en la joya indiscutible del evento.