COVER STORY w/ MARÍA ROMANILLOS: “Me borraría Instagram mañana, pero no puedo”
- Pablo Aragón Blanco
- 26 jun
- 5 Min. de lectura
María Romanillos (17 de marzo de 2004 en Madrid, España) no vive pendiente de los likes, su interés radica en el arte. A sus 21 años, la vallecana se planta en el centro del foco con Olympo, el nuevo fenómeno de Netflix que mezcla grandes dosis de sudor combinados con mucho drama y unas gotas de sexo candente.
Proveniente del cine indie y antagónicas a una rutina estricta del culto al cuerpo, se metió de lleno en el gimnasio, en la dieta y en una producción que le cambió de lleno. Ahora se decide a hablar sin filtros de egos que agotan, de personajes que sueña con interpretar, de su adicción emocional al trabajo en equipo... y de llorar antes de un evento, porque las emociones no entienden de red carpets. Tenemos que tener ojo avizor porque nos va a dar más de una sorpresa. Olympo es su gran salto y nadará en aguas más profundas. Al tiempo.
“Pensaba que iba a ser la típica actriz que trabaja mucho pero que no es famosa a nivel mediático”
KEEPING AN EYE
“Me agotan los egos. Me frustra trabajar con gente que no entiende que el cine es un trabajo en equipo”
¿Quién es María Romanillos?
Pues soy una chica de 21 años, vallecana y de barrio. Divertida, graciosa y bastante cabezota. Muy impulsiva también... Y actriz, claro.
¿Cómo viviste el rodaje de “Olympo”?
Fue una experiencia de todo un poco, la verdad. Un sueño, muy heavy. Yo vengo del cine indie, que me encanta, las pelis pequeñas son mi pasión. Pero sí que llevaba tiempo queriendo meterme en un proyecto más grande, más mainstream, y de repente apareció Olympo, un proyecto enorme de Netflix. Encima, involucraba el deporte, algo que jamás había probado. Recuerdo que la primera vez que entré a un gimnasio miré a la izquierda, miré a la derecha... y me fui por la puerta. Literalmente. Tuve que meterme en una rutina estricta: dieta, deporte, cuidados. Por un lado, fue un regalo, pero por otro, un reto muy grande. Yo venía de tener hábitos poco saludables… Sin ninguna rutina. Nunca me había preocupado por comer bien ni por entrenar.
¿Mantienes esa rutina ahora?
Digamos que 50-50. He aprendido a comer bien y ahora disfruto cocinando cosas sanas. Pero también me gusta una hamburguesa de vez en cuando. Al gimnasio voy de forma más relajada, intento mantener lo que conseguí durante Olympo, pero ya no es como antes, que llegué a entrenar 3-4 horas al día. Me obsesioné un poco. No veía los avances y me frustraba, aunque ahora que veo la serie, me doy cuenta de lo mucho que cambié físicamente. Hubo momentos duros. Me costaba seguir la rutina sin arrasar con mi cocina. Sentía culpa. Pero tuve compañeras maravillosas que me ayudaron mucho.
¿Qué esperas de Olympo?
Espero que nos traiga cosas buenas profesionalmente. Que la industria, directores de Netflix o de otros sitios, vean nuestro trabajo y nos llamen para nuevos proyectos. Mi mayor deseo no es ser famosa o tener medio millón de seguidores, sino que mi trabajo llegue a más gente.
¿Serías fan de Olympo si no actuases en ella?
Creo que sí. Me encantan las series así para ver en el sofá para hacer un maratón.
¿Cuál es tu sueño profesional?
Hacer de yonqui. (Ríe.) No hay muchos personajes femeninos así en el cine español, personajes realmente jodidos, de barrio, con historias fuertes. Me gustaría hacer algo así, con alma y que conecte con lo que soy.
¿Has querido dejar la profesión alguna vez?
Sí, varias veces. Me agotan los egos. Me frustra trabajar con gente que no entiende que el cine es un trabajo en equipo. El favoritismo también me molesta. Entiendo que a un actor grande se le dé un trato especial, pero hay dinámicas que no ayudan y que generan una mala fama sobre los actores, como si fuésemos unos pesados que piden cosas por capricho. Y no es así, al menos con la mayoría de compañeros con los que he trabajado.
¿Has vivido situaciones difíciles en rodaje?
He vivido un trato despectivo en maquillaje y peluquería. Eso me da mucha rabia.
¿Te afectan las críticas?
No me da miedo la crítica en sí, sino no estar tan preparada como creo. A veces se olvida que somos personas. Lo que se dice en redes, lo vemos. No me ha caído hate de momento, pero sé que puede llegar. Afortunadamente voy a terapia desde hace años y eso me ayuda a prepararme.
Resume tu vida en una palabra.
Caótica.
¿Cómo definirías tu personalidad?
Cabezota, pero en el buen sentido. Muy libre, bastante soñadora y a veces catastrofista. También creo que tengo ego, como todo el mundo, pero intento gestionarlo. El ego viene de inseguridades.
¿Crees que te mereces más de lo que tienes?
No. No creo en eso. Hay gente con mucho más talento que no trabaja. Esta industria tiene un componente muy fuerte de suerte.
¿Te gustaría dirigir en el futuro?
Sí. Me encantaría. Y sí, trabajaría con amigos porque me inspiran. Aunque también haría castings. Creo que hay mucho talento sin oportunidades y eso hay que cambiarlo.
¿Qué no harías nunca en la vida?
Dejar de ir a terapia.
¿Cuándo fue la última vez que lloraste?
Ayer, antes de un evento de Netflix. Me ví el vídeo del 10º aniversario y me puse a llorar frente al espejo.
¿Te consideras una persona emocional?
Muchísimo. Lloro por todo. Por ver un perro mono o por mirar a mi pareja y pensar “qué guapo”.
¿Te veías en este punto de tu carrera?
No. Pensaba que haría pelis pequeñas y sería feliz, pero no muy conocida. Pensaba que iba a ser la típica actriz que trabaja mucho, pero que no es famosa a nivel mediático.
¿Crees que todo en esta industria es cíclico?
Sí, 100%. Todo vuelve. Cada uno tiene su boom y ya está. Eso da pie a otros talentos. Si no, te acabarías cansando.
¿Dinero o fama?
Dinero. Tengo una hipoteca que pagar.
¿Algo que nadie sepa de ti?
Que soy muy insegura. Muy. Me preocupo por todo lo que digo y hago.
¿Cuál es tu mayor miedo?
Que la gente que quiero me deje de querer y no poder gestionarlo. Que me vean como alguien inaccesible y que no quieran hablar las cosas.
¿Qué valor te importa más cuando conoces a alguien?
Que tenga dos dedos de frente. Que no sea racista, machista, homófobo. Que sea honesto.
¿Te cuesta confiar?
No me fío de todo el mundo. He conocido a gente muy tóxica. Pero soy muy observadora. Puedo parecer borde, pero solo estoy observando.
¿Hay alguna causa social en la que te gustaría involucrarte?
Cualquier causa que luche por los derechos humanos y de grupos en riesgo de exclusión.
Si pudieras cambiar una cosa del mundo, ¿cuál sería?
La guerra, el machismo, el racismo… No puedo elegir solo una.
¿Te consideras libre?
Bastante. Pero nadie es completamente libre. Llevo lo que está de moda, tengo un iPhone... La libertad real es muy difícil de alcanzar.
¿Qué significa para ti la libertad?
Hacer lo que quieras de forma honesta. Pero vivimos en una sociedad que lo hace difícil. Me borraría Instagram mañana, pero no puedo.
¿Cuál es tu consejo para quienes sufren rechazo por ser quiénes son?
Ir a terapia. La gente está aburrida y hacer daño es más fácil que dar cariño. Tu lugar existe... Solo tienes que encontrarlo.
TEAM
Talent @maria.romanillos
Photographer @leticiadiazdelamorena
Stylist @capelliercapellier
MUAH @martaalonso_98
HAIR @mimigomezmuah
Editor in Chief @pabloaragon
THANKS TO
@rafapontessss
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