El Papa Francisco ha sugerido que las uniones entre personas del mismo sexo podrían ser bendecidas, en respuesta a un desafío de cinco cardenales conservadores para afirmar las posturas de la iglesia sobre la homosexualidad.
El Vaticano publicó una nueva carta de Francisco que describe que se pueden dar bendiciones si no se confunden con el matrimonio sacramental y que una unión entre personas del mismo sexo no se considera equivalente a un matrimonio heterosexual. Reiteró además que el matrimonio es una unión entre un hombre y una mujer singulares.
Los sacerdotes deben tener autonomía para evaluar caso por caso si una "situación" es "moralmente aceptable". Francisco afirmó que los sacerdotes no pueden convertirse en jueces "que solo niegan, rechazan y excluyen", sino que se alienta a los sacerdotes a usar la "caridad pastoral".
Francisco agregó: "Como tal, la prudencia pastoral debe discernir adecuadamente si hay formas de bendición, solicitadas por una o varias personas, que no transmiten una idea equivocada de matrimonio. Porque cuando uno busca una bendición, está pidiendo ayuda a Dios”.
Desde su nombramiento como Papa en 2013, Francisco ha mantenido una postura compleja sobre los derechos LGTBIQ+. Ha afirmado que los "actos homosexuales" son pecaminosos, aunque rechaza enérgicamente la idea de que la homosexualidad es un delito. Aunque "defiende las enseñanzas católicas sobre los derechos LGTBIQ+", ha demostrado cierto progreso en el alcance de la Iglesia a las personas queer.
Siguen sin ser necesarios estos avances, pero aun así queda mucho camino que andar. El siguiente paso quizás debería ser el afirmar que las uniones matrimoniales son igualitarias sean heterosexuales u homosexuales.