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INTERVIEW w/ JAVIER PEREIRA: “Me gusta el sufrimiento en el trabajo porque en la vida soy muy cómico”

  • Foto del escritor: Redacción Folie
    Redacción Folie
  • hace 7 horas
  • 5 Min. de lectura

Ver a Javier Pereira (5 de noviembre de 1981 en Madrid, España) ya sea en pantalla grande o sobre las tablas de un escenario es un deleite para los sentidos. En “Instinto” nos demuestra que puede llevar al siguiente nivel cualquier interpretación.

 

Por eso mismo, hemos querido saber más sobre su personaje y sobre la persona que lo habita. ¿El resultado? Hemos descubierto a un hombre que, por encima de su trabajo sublime, es un excelente ser en las distancias cortas.

 


“Me cuesta fingir y estar en situaciones donde no quiero estar”

 

TIENE INSTINTO

 

“El problema es cuando eligen a alguien con más seguidores por encima de alguien que actúa mejor”

 

¿Quién es Javier Pereira?

 

Un luchador al que el humor le parece imprescindible.

 

¿Te defiendes con el humor?

 

Creo que me hace pasar más horas del día sonriendo o intentando ser feliz. Lo tengo muy metido en mí, es algo natural.

 

¿Cómo llegaste a la interpretación?

 

Fue por rebote. Mi familia me dijo con 13 años que hiciera alguna extraescolar que no fuera fútbol o kárate. Como la música se me daba fatal, acabé en un centro cultural en Puerta de Toledo haciendo teatro muy amateur. Me lo pasé bien. Una tía mía salía con un chico que estudiaba en Cristina Rota. Entré con 13 para 14 años. Justo ese año me mandaron a un casting gracias a la profesora que tenía en Cristina Rota y terminé haciendo una serie en Telecinco. No fue premeditado. No era el típico niño que decía "quiero ser actor". La vida me llevó. Después fui enamorándome del oficio. Estuve seis años en la Rota, de los 14 a los 20, combinando el instituto con la escuela. Ahí descubrí que esto me gustaba de verdad. Fue algo gradual.

 

Cuéntame sobre "Instinto".

 

Es una película que creo que va a sorprender. Es la ópera prima de un director joven, muy trepidante, 90 minutos con una premisa original: un arquitecto agorafóbico al que se le entrena como a un perro. Solo con eso ya te imaginas que es una apuesta rara, arriesgada y diferente. Ha salido bien. Es una película intensa, de verdad, que a veces hasta te hace apartar la mirada de la pantalla. Tiene personalidad. Puede gustarte más o menos, pero tiene una propuesta clara.

 

También has trabajado con plataformas como Netflix. ¿Qué nos puedes contar de La tregua?

 

Es una peli bastante grande, dirigida por Miguel Ángel Vivas. Rodamos en Vitoria durante tres meses. Trata de la Segunda Guerra Mundial, de cómo Franco mandó a parte de la División Azul a apoyar a Hitler, y los republicanos a apoyar a Rusia. Es una historia real y muy potente. Aún no la he visto terminada, pero estoy contento con mi trabajo.

 


¿Quién es la persona con más talento que has conocido en tu carrera?

 

Rodrigo Sorogoyen. Le he visto desde el principio hasta donde está hoy. Ver todo ese proceso tan brutal me impacta mucho. Es uno de los mejores directores del país y yo le conocí cuando ni se dedicaba a esto.

 

¿A quién te gustaría interpretar si te dieran carta blanca?

 

A un vagabundo, alguien con un carrito y un colchón por Gran Vía. O a un loco, tipo Jack Nicholson en “Alguien voló sobre el nido del cuco”. Me gusta el sufrimiento en el trabajo porque en la vida ya soy muy cómico.

 

¿Has querido dejarlo alguna vez?

 

No. A veces he querido diversificar mi energía, pero nunca dejarlo. La profesión me ha tratado bien.

 

¿Qué opinas de usar Instagram como casting?

 

¿Qué pensarías si eligieran a un médico o un abogado por su Instagram? Pues eso. El físico es parte de lo nuestro, vale. Pero el problema es cuando eligen a alguien con más seguidores por encima de alguien que actúa mejor. Eso sí es injusto.

 

Resume tu vida en una palabra.

 

Montaña rusa.

 

¿Qué te hace sentir solo?

 

Cuando la gente no escucha.

 

¿Cuándo fue la última vez que lloraste?

 

El sábado. Por una pérdida.

 

¿Qué te hace feliz?

 

Reír, hacer lo que me gusta y ayudar a quienes quiero.

 

¿Qué no harías nunca?

 

Intento no hacer cosas que no quiero hacer. Me cuesta fingir y estar en situaciones donde no quiero estar.

 

¿Qué valoras cuando conoces a alguien?

 

Que mire a los ojos y que escuche. Me da igual su ideología o clase social. Me dejo llevar por la intuición.

 

¿Lugar favorito en el mundo?

 

Menorca. Bueno, y Filipinas también.

 

Si tuvieras que elegir a alguien con quien pasar el resto de tu vida…

 

Con mi abuela.

 

Algo que no soportas.

 


El aparentar. Esa necesidad de mostrar algo que no eres... no puedo con eso.

 

¿Qué es la fama para ti?

 

La fama, a veces, no me deja ser yo al 100%. Yo tengo una fama intermedia del día a día, pero constante. Desde los 16 o 17 años, entro a un sitio y sé que mínimo una persona me mira. A veces son tres, a veces cinco… y eso te hace estar siempre un poco alerta, no puedes estar a tu bola del todo. Pero también me trae cosas buenísimas. Tengo fama porque trabajo en lo que me gusta, y encima, me gusta el tipo de fama que tengo. Dentro de lo que es la fama general, te diría que un 70% se me acerca con cariño, respeto y admiración.

 

¿Cuál es tu mayor miedo?

 

La muerte.

 

¿La peor experiencia de tu vida?

 

Las pérdidas. Sin duda.

 

Si tuvieras cualquier poder, ¿qué cambiarías?

 

Cambiaría lo mal repartido que está el mundo. No entiendo cómo hay gente con tantísimo dinero que no se va a poder gastar ni en 30 generaciones… y al mismo tiempo hay personas que no pueden ni comer. Lo mínimo debería estar garantizado: comida, techo, salud. A partir de ahí, que cada uno se gane el resto. También cambiaría la empatía: que no solo empaticemos cuando nos toca de cerca. Si tu madre fuera una Kelly, y tuviera la espalda rota de limpiar 12 horas, seguro que verías con otros ojos esa manifestación en la puerta del hotel. Nos falta eso: Empatizar con realidades que no son la nuestra.

 

¿Alguna causa concreta en la que te gustaría involucrarte?

 

Con la gente pobre. Se me parte el alma. De hecho, soy trabajador social. Esa es mi carrera. No la he ejercido como tal, pero la hice porque me gusta ayudar.

 

¿Qué es para ti la libertad?

 

Estar donde quieres y con quien quieres.

 

Acaba la frase: "La masculinidad tóxica es...”

 

Seguir creyendo que los hombres somos superiores a las mujeres. Es duro decirlo así, pero creo que se entiende. Es dejar de sentir que merecemos más solo por ser hombres.

 

Si pudieras hablarle al mundo entero por un altavoz… ¿qué dirías?

 

“Te puedes morir mañana”. Piénsalo. Si esta fuera tu última semana… ¿qué harías?

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