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  • Foto del escritorPierre Mena Azorín

Las GEISHAS: Kimonos y abanicos de seda

"Ahora sé que nuestro mundo no es nunca más permanente que una ola que se eleva sobre el océano. Cualesquiera que sean nuestras luchas y nuestras victorias, comoquiera que las padecemos, enseguida desaparecen en la corriente, como la tinta acuosa sobre el papel’’, afirma Sayuri en ‘Memorias de una Geisha’.


‘De modo que aquí me tenéis, sola con mis pensamientos frente a este abanico. Cuando lo cojo, me sorprende lo poco que pesa, pues en él están registradas muchas penas y alegrías’, aseguraba Lisa See durante el ‘recogimiento’ de su libro llamado ‘El Abanico de Seda’, el cual fue publicado en el año 2005 y se convirtió en un best seller internacional con numerosos premios. Me llamó la atención esa cita en cuestión puesto que coincide con diferentes testimonios y artículos que hablan del mismo tema: las Geishas y su historia.



Existen muchos conceptos erróneos acerca de estas mujeres, y el principal es que (sobre todo en la población occidental) se les confunde con prostitutas, lo cual después de este artículo entenderéis que no son para nada lo mismo. Y es que estas mujeres guardan a sus espaldas una larga trayectoria repleta de historia y mucho arte. Además, durante el periodo de 1603 hasta 1868 y poco tiempo después, el convertirse en una Geisha era una de las pocas maneras mediante las cuales una mujer podía tener una vida libre de prohibiciones y poseer una autonomía propia.


Dicho esto, comenzamos con la definición oficial de una Geisha, siendo la siguiente: ‘una artista tradicional japonesa, entrenada en diversas artes como la danza, la música y la conversación, para entretener a clientes en reuniones y eventos sociales’.


EL DÍA A DÍA DE UNA GEISHA


Las Geishas o ‘personas del arte’, siempre han estado sometidas a duros entrenamientos que daban como resultado con una mujer capaz de entretener al hombre mediante su arte (principalmente el de la danza) y sus interesantes temas de conversación. Sin embargo, nada de esto se logra sin una buena apariencia, y precisamente las Geishas se volcaban la mayor parte de sus días en ello, pero de eso hablaremos un poco más adelante.



Una de las primeras curiosidades es que las Geishas no comenzaron siendo únicamente mujeres, sino que fueron los hombres quienes comenzaron a desarrollar dicho papel en la sociedad, todo esto debido a ciertas restricciones de la época que prohibieron a la mujer dedicarse al ámbito del entretenimiento o el arte. Los ‘Taikomochis’, desempeñaron la labor de entretener al Daimio, algo similar al papel de los bufones en la zona occidental. Fue a finales del siglo XVII cuando el número de ‘hombres geisha’ disminuyó y las mujeres comenzaron a sustituirles en el cargo. 


El principal papel de las Geishas era el de ‘animadoras’, y por ello eran entrenadas para conservar una multitud de aptitudes relacionadas con el arte del entretenimiento. Mientras el tiempo transcurría, las Geishas se ganaron el reconocimiento de gran parte de la población y una reputación que las consideraba expertas en una o más habilidades que practicaban. De ahí que dependiendo de los clientes, estos buscaban mujeres teniendo en cuenta su nivel de experiencia en el cargo.


Una Geisha en formación recibía el nombre de Maiko, siendo esta la hermana pequeña de la Geisha. Además, estas podían permanecer estudiando esta profesión desde los 3 hasta los 20 años, edad en la que se les consideran adultas. Aunque estas mujeres aprendían algunas habilidades como la danza o las artes escénicas, las Geishas debían seguir ciertos códigos de maquillaje y peluquería bastante complejos. A pesar de que algunas de ellas llevaban peluca, la gran mayoría (sobre todo jóvenes) dormían sobre ladrillos de madera para no perder sus delicados peinados.



LA MODA DE LAS GEISHAS


Profundizando aún más en los ropajes que estas mujeres debían lucir, existen dos tipos: el de las Maiko y el de las Geishas. Al finalizar el entrenamiento la aprendiz adquirirá el estatus de Geiko, y se le entregará varios kimonos. El de las Maiko lleva cola, cuello estampado, mangas enormes en el kimono (con las que deben de llevar el máximo cuidado en el momento de servir el té), y un cinturón extremadamente ancho que cae desde la espalda en forma de cascada hasta tocar el suelo. Por otro lado, los Geiko resultaban ser algo más discretos, y por suerte de estas chicas, más ligeros. Compuesto por un cuello blanco, un ligero bordado (que no es lo mismo a un estampado) y el propio cinturón, estos trajes podían de costar alrededor de 10.000 dólares, lo cual contrastaba con lo que un cliente debía pagar por una sesión: aproximadamente 6.000 dólares.



Todas ellas se diferenciaban por los extravagantes estampados de sus tejidos, repletos de ornamentación y colores vibrantes. La gran mayoría de estampados contenían motivos florales y orgánicos típicos de la vegetación japonesa como las sakuras. Los colores, además de vibrantes, brillaban a través de la seda de los kimonos y en ocasiones eran mucho más agradables que la presencia de las propias Geishas.


EL ESTILO ‘GEISHA’ EN LA ACTUALIDAD


Como en la gran mayoría de ocasiones ocurre, la actualidad recoge muchos códigos históricos para acudir a la ‘innovación’. Y es que la moda de hoy en día se basa en la recopilación de estas fuentes de inspiración provenientes de épocas pasadas, y de ahí que podamos presenciar algunas colecciones de diseñadores tan famosos como John Galliano en las que el arte de las Geishas está más que presente.


Destacando el desfile de John Galliano São Schlumberger, que dio lugar en marzo de 1994, en ese momento pudimos vivir no solo el apego de john Galliano en una industria caracterizada por la Posmodernidad y la Globalización, sino que nos dio un viaje al pasado y a la cultura japonesa que tanto ha influido en Europa. En un momento de desesperación, el diseñador acudió a muchos de sus amigos para poder realizar dicho desfile en el hotel particular de la anfitriona, quien posee el mismo nombre que la colección. Las modelos más icónicas del momento como Kate Moss o Linda Evangelista, dejaron de lado el prestigio y se presentaron entre las 5 y las 6 de la mañana para que Galliano realizase los diseños directamente sobre ellas, dando como resultado una de sus colecciones más sensuales. Un año después, Givenchy se presentaría en su puerta.



Otro de los homenajes inolvidables en la industria de la moda fue el de Jean Paul Gautier, durante la década de 2019 en el desfile de Alta Costura de París. Con hombreras puntiagudas, tejidos transparentes y rayas marineras, las llamadas "Geishas acuáticas", como algunos medios las bautizaron, desfilaron en la pasarela. La colección fusiona elementos marinos con influencias japonesas, presentados en modelos mayoritariamente de rasgos asiáticos, creando un espectáculo visual que combinaba tradición y modernidad de manera excepcional.

 



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