Son muchas e incontables las situaciones en las que una mujer tiene que hacer oídos sordos con el fin de no empezar una discusión absurda sobre lo que es el feminismo real. Algunas veces incluso sangran unos tímpanos ya cansados. Hay frases que son más hirientes que otras, pero en definitiva todas ellas están instauradas en nuestra sociedad. Aunque prometen ser desterradas gracias a la labor de muchos. Estas son algunas de ellas.
¡Menudo carácter!
Cuando una mujer es segura y decidida se dice que tiene mucho carácter, sin embargo, si es el hombre es porque posee una fuerza arrolladora y tienen una gran personalidad. Eh ahí el doble rasero.
¿Tienes la regla?
Esta expresión siempre es un intento dañino inconsciente referida a los cambios emocionales o de ánimo de la persona en cuestión. No es una preocupación por el malestar del ciclo menstrual, es una frase instaurada.
Las mujeres también maltratan y matan
No se puede defender que la violencia no tiene género. Más que nada porque la violencia perpetrada del hombre a la mujer supone según el INE más del 80 %. No consiste en santificar a la mujer y demonizar el hombre. Consiste en sentar unas bases reales sobre lo que acontece actualmente en esta sociedad heteropatriarcal.
Soy feminista. Ayudo en casa.
Si no ves que esta frase contiene un elevado grado de machismo hay un problema real. El hecho de situarse como hombre en el papel de pinche o de ayudante en las tareas del hogar es en sí machista.
No salgas hasta tan tarde. No te pongas esta falda. ¿Qué llevabas puesto? Vas provocando. No te acerques a desconocidos…
¡Como si la culpa de las violaciones o de los abusos sexuales fuesen de las mujeres! Este problema es educacional ya que desde la infancia la libertad de las niñas se ve coartada y en la adolescencia se profundiza esa sensación de culpabilidad gracias a los comentarios sobre la vestimenta.
Tu novio es un calzonazos
Este es el problema del lenguaje. Todavía seguimos esperando a que la RAE se ponga manos a la obra para encontrar una palabra como Bragazas. Todo viene dado porque en nuestra cultura la mujer debe ser sumisa y cuando esto no ocurre es porque según los machistas, la mujer se subleva. Es una llamada de atención a ese hombre que deja que su mujer no sea “sumisa”.
No soy machista, me he criado rodeado de mujeres
La clásica excusa que emplean todos los machistas cuando se ven acorralados. Nada más que añadir señoría.
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