MARC JACOBS presenta su nueva colección en una biblioteca pública de NUEVA YORK

Marc Jacobs nos hace explorar otra de las muchas otras capacidades que posee la moda para sorprendernos cada temporada. La colección Otoño 2024 se llevó a cabo en una Biblioteca Pública de Nueva York, y va unida a su anterior propuesta en el desfile del 40º Aniversario.

‘La casa rosa no es ningún lugar indicativo, tan solo es un espacio de alegría’, fue lo primero que vino a la mente del diseñador cuando fue reportado por WWD en 2014. Podríamos considerar que Marc Jacobs ha explorado multitud de estilos y conceptos cada vez que ha lanzado una nueva colección, sin embargo, hay algo que siempre ha permanecido como una marca de nacimiento: un espíritu de rebeldía acompañado de diversión y la pasión por la moda.

El pasado mes de febrero muchos artículos y críticos de la moda viajaron a través de la larga trayectoria del diseñador, y es que son 40 años dedicándose a la industria de la moda (no son muchos los diseñadores que pudiesen decir lo mismo). Durante el desfile que celebraba dicho aniversario, Marc Jacobs hizo algo que sin lugar a dudas sorprendió al público y que de alguna manera va ligado a su nueva colección Otoño 2024. No sabemos exactamente si fue el espacio donde se realizó el desfile el que aumentó, o si fueron las modelos las que encogieron su tamaño, pero lo que sí pudimos ver fue una mesa y una silla gigantes, por las cuales las modelos cruzaron.

Esta vez ha vuelto a emplear los mismos códigos en base a un concepto distinto: un mundo idílico en el que todos pudiésemos ser uno mismo, y una respuesta a los problemas sociales que no prohíben la libertad. Esto es algo que viniendo de Jacobs no nos sorprende, puesto que él mismo necesita uno derechos que este tipo de sistema no le permite: matrimonio gay, diversidad, libertad de expresión, etc.… Además, muchos de los looks se pueden asociar a la famosa Marilyn Monroe o a la mismísima Minnie Mouse, pero en una edición gigante.

Cada uno de los looks fueron dignos de admirar: algo nuevo que la moda ha estado guardando durante tanto tiempo. Los vestidos de corte evasé (como el blanco que se asimiló al famoso vestido de Marilyn Monroe en ‘The Seven Year Itch’), aumentaban a una talla mucho más grande, que se colocaban las modelos sin importar este último detalle. El efecto que esta característica proporcionó al público fueron vestidos flotantes que se mantenían gracias a los cuerpos de las modelos caminando. No solo hubieron vestidos, sino que también pudimos ser testigos de total looks de diferentes estampados y colores (desde flores azules sobre un tejido semitransparente, hasta cuadros vichy de color rosa), faldas, jersey y abrigos que parecían sacados de un juego de ‘playmobils’ . Caben destacar los zapatos de tacón, que terminaban en punta como si fuesen ‘poulaines’, y los demás accesorios como los antifaces en forma de párpados gigantes o los bolsos, los cuales fueron los más ‘normales’ de toda la colección.

La obsesión de Marc Jacobs por lo extravagante se pudo reflejar fácilmente en su última colección a la perfección, sin embargo, esperábamos algo más con la manicura de las modelos, ya que ha estado bastante tiempo difundiendo a través de sus redes sociales su gran gusto por el arte de las uñas acrílicas. Lejos de pretender hacerle ningún tipo de crítica, agradecemos al diseñador por descubrir otra de las grandes facetas de la moda.