URCHIN: HARRIS DICKINSON se lanza a dirigir con un retrato brutal de la mente humana

Harris Dickinson nunca ha ocultado su obsesión por la complejidad de la mente humana. Ahora, con Urchin, da el salto a la dirección de largo con una propuesta que es mitad realismo social, mitad viaje onírico.

Urchin sigue a Mike (Frank Dillane), un joven atrapado en un loop de cárcel, drogas, alcohol y soledad. Lo conocemos durmiendo en un paso subterráneo, recogiendo sus cosas de detrás de un contenedor, antes de lanzarse a buscar a Nathan (interpretado por el propio Dickinson). Lo que sigue es un descenso (y a la vez una búsqueda de redención) que pone el foco en los agujeros del sistema y en cómo estos devoran la salud mental y física de quienes quedan fuera.

Es un retrato magnético de la fragilidad humana y de lo que significa intentar recomponerse cuando todo a tu alrededor empuja a lo contrario.