Pensábamos que estaba desaparecida o que solo estaba centrada en sus colaboraciones con Adidas. Pero no. Hoy ha interpretado la canción “Be alive” nominada al Oscar en una pista de tenis en Compton, Los Ángeles y ha vuelto a brillar sobre un escenario.
La superestrella abrió la 94ª edición de los Oscar con una magnífica interpretación de su canción "Be Alive", que narra la fuerza, la resistencia y el orgullo que reside en la comunidad negra. Fue nominada a la mejor canción original en la ceremonia de este año y aparece en la aclamada película “El método Williams” protagonizada por Will Smith como el padre de Venus y Serena Williams, Richard.
Para la actuación, Beyoncé se enfundó en un vibrante minivestido amarillo neón con un glamuroso adorno de plumas y un brazalete con incrustaciones de diamantes y guantes a juego.
En lugar de actuar en el Dolby Theatre de Los Ángeles, donde tiene lugar la ceremonia de esta noche, la cantante optó por subir al escenario en una pista de tenis de Compton, donde las hermanas Williams fueron entrenadas por su padre cuando eran niñas hace décadas. La artista compartió escenario con una numerosa banda que incluyó una pianista, violinistas y trompetistas, entre otros.
La actuación de Beyoncé de esta noche supone la primera vez en años que la cantante se sube al escenario. Aunque la cantante se ha mantenido en silencio sobre cuándo exactamente los fans pueden esperar un nuevo álbum, la artista reveló recientemente que lleva un año y medio en el estudio: “A veces me lleva un año buscar personalmente entre miles de sonidos para encontrar el adecuado. Un estribillo puede tener hasta 200 armonías apiladas. No hay nada como la cantidad de amor, pasión y curación que siento en el estudio de grabación. Después de 31 años, me siento tan emocionada como cuando tenía nueve años. Sí, habrá nueva música pronto".
Lo único que nos queda claro tras haber vivido una de las mejores performances televisadas de la historia es que necesitamos a Beyoncé más de lo que pensábamos. Palabra de B.