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BURBERRY SS26: Rockstars, crochet y Black Sabbath bajo una carpa en Kensington

Daniel Lee cerró la Semana de la Moda de Londres con un déjà vu entre Almost Famous y Glastonbury. Bajo una carpa azul con nubes pintadas en Perks Field, Kensington Palace, Burberry presentó su colección primavera/verano 2026: una rave de referencias musicales convertidas en ropa.

 


En pleno front row convivían Elton John, Naomi Campbell, RAYE y Central Cee. Quedaba claro que esto no iba de nostalgia tímida, sino de apropiarse de cada subcultura, de los sesenta hasta el indie sleaze de los 2010s.

 

Hubo tartanes amarillos y verdes, trajes sesenteros en marrón chocolate, minivestidos plateados que parecían diseñados para una Françoise Hardy futurista, y chaquetas bomber de cuero fucsia XS combinadas con corbatas famélicas. Crochet everywhere: bufandas flacas, vestidos que coqueteaban con lo artesanal y bolsos flecados que gritaban “festival season”. Todo con el twist Burberry, claro.

 

Lee lo resumió en un statement: “La música es autoexpresión, originalidad y pertenencia. Cada verano, Reino Unido cobra vida con estilo y sonido”. Sobre la pasarela, esa frase se materializó en duffle bags XL, chaquetas de cuero brillante color verde manzana, denim ácido dispuesto a sudar en un concierto, y trajes nada clásicos: desde un Canadian tuxedo lavado por el sol hasta un conjunto emo-boy con pantalones de cuero bajos y pelo largo. El trench, insignia de la casa, se reinventó también como accesorio: llevado en el brazo más que en el cuerpo, como si el simple gesto ya dijera “soy Burberry”.

 

El ambiente no podía ser más teatral. En un jardín privado del siglo XVII, la mezcla de heritage inglés con psicodelia rock sentía menos como un desfile y más como un backstage eterno donde los modelos parecían estrellas en gira. Burberry, muy fiel a su ADN, pero dando una gran nota.


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