Enzo Vogrincic, el actor emergente reconocido por su destacada participación en "La Sociedad de la Nieve", dirigida magistralmente por Juan Antonio Bayona, trasciende las pantallas con una obra que no solo cautiva a la audiencia, sino que también se erige como una poderosa y conmovedora narrativa. Más allá de la trama, la película encarna la esperanza y la superación, incitando a una reflexión profunda sobre el inquebrantable espíritu humano. Inspirada en hechos reales, la historia se basa en el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya, que se estrelló en los Andes en 1972.
En una conversación reveladora, Enzo Vogrincic comparte con profundidad su inmersión en el mundo del cine, ofreciendo detalles sobre su identidad, su conexión con el arte de la actuación y sus reflexiones que abarcan desde la moda hasta la cultura de cancelación. A medida que "La Sociedad de la Nieve" se posiciona como favorita en prestigiosos premios como los Oscars y los Goya, Vogrincic nos invita a explorar su mundo de miedos, alegrías y una perspectiva única sobre la vida, la fama y el cambio que anhela presenciar en el mundo.
“Me imagino sentado al lado de Leonardo Di Caprio y es surrealista”
Lo primero de todo… ¿Quién es Enzo Vogrincic?
Esa es una pregunta difícil, siento que uno va descubriendo quién es uno y es algo que a la vez va mutando. Siempre digo que soy actor entre otras cosas. La actuación es algo que me define.
¿En qué te pareces a Numa de “La Sociedad de Nieve”?
Eso es algo complejo. Fue algo que busqué durante toda la preparación del personaje y no lo encontraba, Siempre tenía la sensación de que me iban a echar y eso hacía exigirme mucho más. Era mi motor. Empecé a encontrar en esa exigencia mi personaje. Él ponía por delante otras prioridades como los demás para cumplir una expectativa y ser parte del grupo y eso es lo que intenté hacer yo.
¿Qué nos puedes contar del rodaje de “La Sociedad de la Nieve”? ¿Fue un rodaje complicado?
Bastante complejo. Grabamos 147 días lo que es un montón. La cantidad de escenas que hicimos y la cantidad de cosas que se filmaron nos llevaron a estar cuatro meses en la montaña filmando con ropa normal pasando frío y con hambre. Al final te vas acostumbrando y de cierta manera dejas de actuar, no te queda de otra que aprender. Las secuencias y escenas técnicamente más complicadas fueron el accidente de la avalancha o el rescate. La producción en sí de la película fue muy grande y ninguno de nosotros estaba acostumbrado a algo así de inmenso.
¿Cómo es trabajar con Bayona?
Muy instintivo, intenso y espectacular. Es un director muy bueno no sólo en lo que sabe hacer sino también en su buen gusto en el cine. Una de las grandes virtudes que él tiene es su capacidad de ver cuándo y dónde está la escena, sabe montar, sabe dirigir y sobre todo la escucha que tiene. Cualquiera le hace una sugerencia de una escena o un comentario y él siempre está atento a los demás y a las propuestas. Siempre tenías que estar muy atento en el set porque todo podía cambiar con él. Es brutal que un director se permita en una producción tan grande esa libertad creativa, esa pasión e improvisación, es algo muy valioso que te da tranquilidad.
¿Crees que esta película te va a abrir muchas puertas?
Objetivamente sí. Más que nada por la visibilidad que tiene el proyecto y por lo fuerte que es la historia. La película te conmueve y te involucra. Pasan cosas muy reales, entonces para mí sí genera un punto de atención y visibilidad…
“La sociedad de la nieve” está siendo la favorita de los premios más prestigiosos, ¿te lo esperabas?
Para mí desde el inicio el proyecto siempre fue muy surreal, en el casting pensé que esto iba a ser espectacular por la historia. Cuando estábamos filmando nosotros como actores de alguna manera sentimos que era un proyecto especial, eso se percibe.
¿Te imaginas ya en los OSCARS?
Es el delirio total. Me imagino sentado al lado de Di Caprio y es surrealista.
¿Qué se viene en 2024?
No lo sé la verdad, normalmente soy una persona que nunca proyectó tanto futuro en la vida, siempre voy disfrutando lo que tengo para hacer. Disfruto mucho de actuar en el teatro con mis amigos o en películas como esta. En todos los lugares me termino sintiendo cómodo. Me imagino que, actuando, pero trato de no pensar en ello, todo fluye.
¿Has querido dejarlo en algún momento?
Jamás, ni de cerca.
Si tuvieses que elegir a uno de tus personajes que más se asemeja a ti, ¿Cuál sería?
Sin duda Cristian, de mi película llamada “Nueve”. Él es un jugador de fútbol que realmente no le gusta lo que hace, pero no sabe cómo decírselo al padre. A mí me pasó eso porque me llevaban a jugar fútbol desde los 5 años hasta los 12 y realmente quería hacer gimnasia olímpica pero nunca se lo pude decir a mi padre, simplemente no me nació rechazarle. Cuando me encuentro con Cristian y hago todo el arco del personaje que termina en la película diciéndole al padre que abandona la carrera profesional de fútbol fue algo muy catártico y espectacular personalmente.
¿Qué te hace feliz?
La paz y la tranquilidad. Esos momentos donde vuelvo a casa, respiro y digo “yo vivo aca”. El tiempo que paso en la naturaleza, ver el mar o estar en una montaña me hace sentir pleno. Actuando me siento feliz.
Algo que nadie sepa de ti.
Estoy haciendo en mi casa una maqueta de un teatro pequeño para hacer una obra ambulante con auriculares sobre la experiencia de cómo se extinguió el teatro. Es un hobby que hago cuando tengo tiempo libre.
¿Qué es la fama para ti?
Yo creo que la fama siempre la inventa el otro, para mí no es algo deseable. Siento que es algo que pasa solo. Es una ilusión y no es algo real.
Si no fueras actor, ¿qué serías?
Nunca pude pensar en eso, mis padres me decían cuál era mi plan b si no entraba en la Escuela de teatro en Uruguay, y para mí no había plan b. Siempre me ha gustado lo que hago así que nunca me lo he planteado, sin embargo, cuando no estoy actuando siempre estoy haciendo algo creativo.
¿Cuál es tu mayor miedo?
Yo creo que es algo que va cambiando, no son los mismos miedos cuando tienes 7 años que cuando tienes 15 o 20 años. Hoy en día no tengo algo que me de miedo…
¿Cuándo fue la última vez que lloraste?
Viendo la película. La he visto 11 veces y las 11 veces he llorado. Siempre lloro con momentos diferentes, La más reciente fue cuando Nando vuelve del helicóptero y grita “están todos”... Ahí me rompí.
¿Cuál es tu opinión sobre las redes sociales?
Tengo redes sociales, las uso y me divierten. El tema que tienen es que subdividen tanto que uno creería que todo es como lo ven al cual. También pueden llegar a ser peligrosas por toda la información que no se sabe de dónde sale y qué intención tienen. Para mí son más un juego sin toda esa seriedad.
¿Hay alguna causa social en la que crees que deberías participar?
Nunca he estado muy involucrado, siento que todos podemos conectar con las causas sociales, lo que hace la diferencia es que hay personas que logran tomar tiempo de su vida para poner el foco y participar seriamente, yo eso no lo tengo por ahora.
Si tuvieras un micrófono delante de los 8 billones de personas en la tierra, ¿qué mensaje darías?
Amor sobre todas las cosas, todos somos lo mismo.
¿Te consideras una persona libre?
Sí, Porque siento que la liberación está en tu propio pensamiento dentro de uno mismo y en la realidad. Para mí cuando uno se deshace del pensamiento o de la percepción de uno mismo comienza a liberarse.
¿Qué cambiarías del mundo?
No sé, creo que inventaría un sentido nuevo para todos nosotros que sea de absoluta comprensión. Todo funciona desde la comprensión.
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