top of page
LOGO FONDO BLANCO.jpg

COVER STORY w/ LORENZO ZURZOLO: “Me gustaría que todo el mundo tuviera acceso a educación, cultura y recursos básicos”

ree

Hay actores que crecen frente a la cámara y otros que, simplemente, se transforman. Lorenzo Zurzolo (21 de marzo de 2000 en Roma, Italia) pertenece a esa segunda categoría: la de quienes avanzan sin pedir permiso, surcando nuevos mares con una curiosidad intacta y una sensibilidad poco común para su generación. Zurzolo encarna a una nueva masculinidad europea: vulnerable pero firme, introspectiva pero política, elegante sin esfuerzo. Su mirada parece haber vivido más vidas de las que indica su edad.

 

Desde “Baby” hasta “Prisma”, pasando por el impacto internacional de “EO”, su carrera se ha construido lejos de las etiquetas fáciles. Lorenzo no interpreta identidades: interpreta personas. Cuerpos atravesados por el deseo, la contradicción y la necesidad urgente de entender quiénes son en un mundo que cambia demasiado rápido. Tal vez por eso conecta.

 

Fuera del set, su voz también suma. Sin grandilocuencia ni consignas vacías, habla de activismo cotidiano, de curiosidad como motor vital, de empatía como resistencia. Vestido por Valentino —firma que lo acompaña desde sus primeros pasos—, Zurzolo representa una idea de estilo que va más allá de la moda: la coherencia entre lo que se es y lo que se muestra. En un tiempo obsesionado con el ruido, él elige la profundidad. Y quizá ahí esté su mayor fuerza: en recordarnos que crecer no es endurecerse, sino mirar al mundo con menos miedo y más humanidad.

 

“No hace falta ser un activista perfecto ni hacer ruido constante. Lo importante es sumar”

 

EXPLORING NEW HORIZONS

 

“Siento mucha tristeza por cómo terminó 'Prisma'. Quizá un día haya una continuación, pero ahora mismo es difícil imaginarlo a corto plazo”



ree

 

¿Cómo es ser tú?

 

Es algo muy natural, muy fácil. Siento que he vivido muchas vidas ya, y eso es lo mejor de todo. Estoy muy contento con quien soy, así que diría que es algo bastante sencillo, orgánico.

 

Ahora estás trabajando en proyectos muy grandes. ¿Cómo decides cuál es el adecuado para ti?

 

Lo primero que miro siempre es el guion y las personas con las que voy a trabajar. Me gusta hacer cosas distintas todo el tiempo. Necesito sentirme estimulado como actor. No me gusta quedarme atrapado en un solo tipo de papel o en una sola categoría. Para mí lo más importante es el personaje y cómo está escrito, cómo se construye desde el guion.

 

Quería hablar de “Prisma”.  Es una serie muy especial que atraviesa temas como identidad, deseo y contradicción. ¿Cuál fue el primer quiebre emocional de tu personaje que te hizo pensar que esta historia debía contarse?

 

Desde la primera lectura del guion me di cuenta de que era algo auténtico, real. Recuerdo especialmente la primera lectura conjunta con todo el reparto: miré a mi alrededor y parecía una clase de instituto real, de cualquier parte del mundo. Todos éramos distintos, pero al mismo tiempo iguales. Nunca había visto una serie o una película que retratara un aula así, de forma tan honesta.

 

Los personajes no estaban definidos por estereotipos, sino que tenían muchas capas, muchas contradicciones. Eso fue lo primero que me atrapó. También el director: creo que es uno de los talentos jóvenes más interesantes que tenemos en Italia y tenía muchas ganas de trabajar con él.


ree

 

¿Fue complicado interpretar a un personaje queer?

 

No, porque yo no estaba interpretando una etiqueta, sino a una persona. Para mí lo importante era la credibilidad del personaje. Nunca pensé “tengo que hacer esto de una forma concreta porque es un personaje queer”. Pensé en alguien que ha sufrido, que quiere ser fuerte, que intenta sobrevivir. Eso era lo importante.

 

¿Sientes que ese personaje podría volver algún día o que su historia ya está cerrada?

 

Nunca digas nunca, pero ahora mismo siento mucha tristeza por cómo terminó la serie. Tal vez en el futuro, quién sabe. Quizá un día haya una continuación, pero ahora mismo es difícil imaginarlo a corto plazo.

 

Háblame de tu película junto a James Franco, “Squali”:

 

Es una película que se siente muy distinta a lo que había hecho antes. Para mí fue una oportunidad enorme. Siempre he sido muy fan de James Franco. Crecí viendo sus películas, literalmente. Así que cuando supe que iba a trabajar con él estaba muy nervioso. Recuerdo especialmente una escena en la que él tenía un monólogo larguísimo y muy intenso, y al final yo solo tenía que responder con una frase mínima, casi un “vale”. Tuvimos que repetirla muchas veces porque estaba completamente bloqueado. Era nuestro primer día juntos en el set, la primera vez que compartíamos escena, y yo estaba muy emocionado. Después de su monólogo, cuando me tocaba hablar, me quedaba en blanco. Estaba entre escuchar al director y gestionar lo que estaba sintiendo. Pero fue una experiencia muy bonita porque él consiguió que me sintiera cómodo. Además, su personaje tenía que someter al mío de alguna manera, así que utilizamos toda esa tensión real a favor de la escena y de la película.

 

¿Qué es lo próximo para ti?

 

Ahora mismo estoy muy feliz con el momento profesional que estoy viviendo. Hice una película llamada “EO”, que ganó el Premio del Jurado en el Festival de Cannes y que además fue nominada al Oscar. Gracias a ese proyecto empecé a trabajar en producciones internacionales y, sobre todo, entendí algo que antes no veía tan claro: lo conectada que está Europa a nivel cinematográfico.

 

Con “EO” viajamos a Cannes, a los EFA, a los Oscar, y allí vi cómo los grandes directores europeos se conocen, dialogan entre ellos y se reconocen mutuamente. Me di cuenta de que estamos mucho más cerca de lo que pensamos y de que existe un verdadero movimiento cinematográfico europeo del que deberíamos sentirnos orgullosos. Muchas veces, cuando estás dentro, no eres consciente de lo bien que se valora tu trabajo desde fuera.

 

Siempre miramos al cine americano, a Hollywood, como el gran referente —y lo es, por presupuesto y por impacto—, pero en Europa tenemos directores, actores y guionistas con un talento enorme. El cine de autor, las historias contadas desde una mirada personal, es nuestra gran fortaleza y debemos seguir apostando por ello.

 

En Italia somos muy buenos criticándonos y minimizando lo nuestro. Sin embargo, fuera se valora mucho más de lo que pensamos. Por eso creo que es importante decirlo: tenemos motivos para estar orgullosos.

 

ree

¿Tienes expectativas sobre tu carrera?

 

No tengo expectativas concretas, pero sí ambición. Amo mi trabajo. Es una pasión y es lo que me hace feliz. Solo quiero seguir haciendo proyectos que me emocionen, que yo mismo querría ver.

 

¿Con quién te gustaría trabajar?

 

Si sueño a lo grande, hay muchos. Directores como Tarantino o Scorsese, por supuesto. Y también cineastas más contemporáneos, como Xavier Dolan. Me encantaría trabajar con él.

 

¿Qué significa para ti colaborar con una firma de moda como Valentino?

 

Para mí es como una segunda familia. Me han apoyado desde muy joven, incluso cuando nadie más lo hacía. Me siento protegido y acompañado. Es muy valioso tener una marca que confíe en ti y te respalde en momentos importantes de tu carrera.

 

Si tuvieras que definir tu vida con una sola palabra, ¿cuál sería?

 

Impredecible.

 

¿Qué cosas te hacen feliz?

 

Las cosas pequeñas: cenar con amigos, volver a casa después de un rodaje largo y que mi perro me esté esperando, ver a mi familia, sentir que estoy en el lugar correcto cuando estoy en un set.

 

ree

¿Cuál es tu mayor miedo?

 

Perder la curiosidad. Para un actor, la curiosidad y la imaginación lo son todo. Mientras sigan vivas, sigues creciendo.

 

¿Qué es el amor para ti?

 

Es aquello que te hace sentir en casa. Reconocerte en otra persona, sentirte cómodo, seguro.

 

¿Cómo seduces?

 

La clave es ser honesto y no tener miedo a mostrar quién eres. Cuando intentas ser algo que no eres, se nota. La honestidad conecta.

 

¿Qué es lo más importante en la vida?

 

El amor, sin duda. Estar rodeado de personas que amas y a las que puedes amar. También la pasión: me gustan las personas que sienten algo con intensidad, que se implican.

 

ree

Si pudieras cambiar algo en el mundo, ¿qué sería?

 

Me gustaría que todo el mundo tuviera acceso a educación, cultura y recursos básicos. Tener opciones para elegir quién quieres ser es fundamental. Hoy en día es algo que no está garantizado para todo el mundo. Es una realidad que me enfada, porque yo fui muy afortunado: crecí en un entorno creativo, con la libertad de expresarme y de dedicarme a lo que me hacía feliz. Creo sinceramente que todas las personas deberían tener esa misma oportunidad.

 

¿Hay algún activismo en el que te gustaría verte involucrado?

 

Sí, hay muchas causas con las que me siento comprometido. Intento involucrarme en varias y usar el altavoz que tengo para amplificar ciertos mensajes. Todo lo que tiene que ver con los derechos humanos es fundamental para mí. Rechazo por completo cualquier forma de violencia, especialmente la violencia contra las mujeres. No hay justificación posible.

 

También intento hacer lo que está en mi mano en relación con el cambio climático. A veces estos temas pueden resultar abrumadores o incluso generar rechazo, pero creo que muchas veces se trata de empezar por gestos pequeños: ser más consciente de cómo reciclamos, de cuánto plástico consumimos, de las decisiones cotidianas que tomamos.

 

No hace falta ser un activista perfecto ni hacer ruido constante. Lo importante es sumar. Cuando levantas la voz junto a otras voces, esa voz se vuelve más fuerte. Si crees en algo, hay que decirlo, decirlo en voz alta y encontrar a otras personas que piensen igual. Porque muchas voces pequeñas, juntas, pueden convertirse en una voz enorme.

 

Si pudieras hablarle al mundo entero ahora mismo, ¿qué dirías?

 

Al final, no importa de qué país vengas ni quién seas. Somos mucho más parecidos de lo que creemos. Por eso creo que deberíamos mirarnos los unos a los otros no desde el juicio, sino desde la curiosidad. Otra vez la curiosidad. La libertad de ser quién eres.

 

Mirar al otro como a alguien similar a ti genera empatía, y es algo que olvidamos demasiado a menudo, especialmente si pensamos en todos los conflictos y guerras que están ocurriendo ahora mismo. El problema es ese: vemos al otro como alguien lejano, diferente, casi ajeno, cuando en realidad compartimos mucho más de lo que nos separa.

 

No deberíamos mirar con miedo, sino con curiosidad; no con juicio, sino con compasión. El mundo nunca va a ser perfecto, eso lo sé. Pero sí puede ser más amable.

 

TEAM

 

Talent @lorenzo_zurzolo

Photographer @mirkomirelliphoto

Stylism Looks @maisonvalentino by @alessandro_michele

Joyas @bvlgari

Hair @vickyhairfusion

MUAH @nikipinna for @simonebelliagency

Editor in Chief @pabloaragon


THANKS TO

 

SaFe Communications srl

@giannigallipress

@fabriziorossimarcelli

@bvlgarihotelroma

 

 

 

1 comentario


Bellísima entrevista

Me gusta
LOGO FONDO BLANCO.jpg
bottom of page