“Hay mucha gente con talento en su casa”
Mirela Balić (27 de agosto de 1998) no quiere que olvides su rostro. Por supuesto va a ser muy difícil. Ya que esa mirada de azul intenso ha conseguido derretir a los fans de la longeva “Élite”. Antes lo hizo en “Tú también lo harías” y “Zorras”. Tres grandes series de tres plataformas de streaming diferentes y todo ello a una más que temprana edad. ¿Qué significa esto? El éxito es latente y Mirela más temprano que tarde está en la llamada cima de las estrellas. Pero vayamos más allá de lo obvio.
Mirela Balić es una persona que entiende la sexualidad desde la libertad, una mujer cuyos prejuicios son casi invisibles tras haber sido juzgada más de la cuenta y que su lucha está con las mujeres que han sido maltratadas. Y ahí es donde radica todo lo que un alma te puede decir, en la empatía y en el poder de dar voz de una forma sorora. Junto a Mirela hemos disfrutado de una tarde donde el sol desciende y asciende la oscuridad entre confidencias que se hacen más íntimas. Disfrutar de Mirela un par de horas es amarla para toda la vida. Esa es su magia. Bienvenidos al show de la gran Mirela Balić.
UNA VOZ PODEROSA
La crítica no ha parado de laurear “Tú también lo harías”. ¿Cómo viviste esos comentarios?
Encantada y me parecen merecidos. El dilema moral que plantea la serie está a la orden del día y la manera de rodar fue una que nunca antes había vivido.
David Victori ,el director, nos preparó un set y una puesta en escena muy trabajada para luego poder olvidarnos de todo lo demás y jugar con libertad. Ser un peón dentro de todo el juego de ajedrez fue un lujo.
Tú estás bien.
Cuando empecé a actuar tenía miedo a que me encasillaran de femme fatale, tía joven, la guapa. Y de repente salió “Tú también lo harías”, una periodista joven que parece una trepa, pero que es una currante que lucha por la noticia y por ser la mejor en su trabajo. Fue un rodaje de los más locos que he vivido por cómo se rodó y por el elenco del que me rodeé. La crítica es accurate porque es espectacular. A los actores se nos puso un patio de recreo con este tipo de rodaje en el que no se paran las tomas. Es como hacer teatro, pero en cine. Del capítulo 1 al 7 está rodado del tirón.
Todavía no se sabe si va a renovar…
No se sabe y yo tengo muchas ganas de que continue. Han hecho un octavo capítulo muy bien planteado porque puede cerrar ahí, pero puede continuar y es circular. El reparto es un 10. Elena Irureta , Ana Polvorosa, Michelle Jenner son unas diosas en la tierra.
¿Cómo fue el rodaje de “Zorras”?
Lo más bonito que he vivido en mi vida. Lloro porque ha pasado más de un año. Mira comparo. “Tú también lo harías” fue de lo más intenso que he vivido, por lo distinto que fue , a nivel meditación, cuatro horas sin corte , meterte ahí dentro, tener unas coaches que literalmente te hacían meterte en trance para conectar con el personaje y lanzarte a por ello… Y “Zorras” para mí es el más especial en cuanto a que nunca he estado en un rodaje donde todo el equipo tuviera distintas edades, generaciones y mentalidades y se entendieran ,respetasen y fuéramos todos en una misma dirección.
El poder ir a la Asociación de BDSM con los propios directores para plasmar el BDSM de la manera más realista posible y respetando a quien lo practica, probar ahí mismo la práctica del Shibari , sin ningún tipo de juicio, es una maravilla. Rodamos la serie prácticamente en mes y medio, fue muy intenso pero muy divertido para todos.
Aprendimos todos algo nuevo , sin duda. Tuvimos coaches de BDSM y por su puesto las mejores coaches de intimidad que lo hacían todo fácil y cómo actrices nos sentíamos tan libres y seguras que era fácil jugar y encontrar las escenas de intimidad.
Las “zorras” que aparecen en la serie ahora somos amigas para toda la vida. El equipo nos ha cuidado a más no poder. La fiesta de fin de rodaje fue tan especial que me he enterado por el gremio que somos la comidilla de muchos rodajes.
¿Cómo vives tu sexualidad?
Desde la libertad. Cada día aprendo más del cuidado y respeto hacia mi cuerpo ,del respeto emocional respecto a los vínculos con los que me relaciono. Pregunto , observo y aprendo de situaciones personales pasadas y de quién me rodea. Y siempre, mucha terapia.
¿Te has excitado con alguno de tus compañeros mientras estás rodando una escena sexual?
No, porque hay una energía en la que inevitablemente mi cerebro piensa que es trabajo. Tengo un compi de “Élite” con el que es un gusto trabajar porque hay química en la vida real. Cuando de repente tienes esa química creo que hay que usarla. También te puede pasar el caso contrario, que tu compañero de escena no te guste nada o incluso os llevéis mal pero ahí esta el poder del actor de dejar a un lado la vida real y ponerte al servicio de la escena para hacerlo lo mejor posible. Al final, es una ficción. Las escenas de sexo en cine tienen poco morbo a diferencia de lo que la gente cree. Llevamos protecciones para que los genitales nunca entren en contacto, todo está coreografiado , hay equipo técnico a tu alrededor. No creo que así nadie se excite. Son más absurdas y tediosas de lo que uno se pueda imaginar.
¿Cómo es Chloe?
Viene a mover tierra y tengo varias tramas con todo el mundo. Es fuerte la tía y me gusta porque creo que va a entrar por un lado y luego se va a ver una cara B muy bonita.
¿Serías amiga de Chloe?
Tal y como soy yo no la tacharía porque la vería y diría: ‘Madre mía, cariño tienes mucho que trabajar’ y me haría su amiga para intentar ayudarla a sanar las carencias y traumas que tiene.
¿Quién ha sido el compañero de reparto que más te ha demostrado?
Te podría decir muchos nombres. He estado al lado de Michelle Jenner, de Paco Tous, de Ana Polvorosa, de Pilar Vergés, de Andrea Ros, de Maribel Verdú…
Pero Maribel Verdú ha sido mi gran descubrimiento.
¿Qué tenemos para 2024?
Se estrenará la octava temporada de “Élite” y me gustaría que ocurriese una segunda y tercera de “Zorras”, porque es una trilogía. Que haya segunda de “Tú también lo harías”. Tengo muchas ganas de hacer una peli. Me encantaría trabajar con Amenábar o Bayona.
¿En algún momento te ha apetecido cruzar el charco?
A ver ,cuando acabé la RESAD lo estuve pensando. Ya que tuve la suerte de ser de la generación bilingüe, mi familia vive fuera y me he movido por muchos lados entonces el inglés lo tenía presente, no soy nativa, pero digo, tengo buen inglés, vete a Estados Unidos, pero no me esperaba este trombo de trabajo. Había hecho muchos castings, era cuestión de que en algún momento sonase la campana y de repente sonó, no ha parado de sonar y entonces tuve que cambiar de plan. Este año ha sido un año de oro en el que no me esperaba todo esto, vamos a aprovechar este tirón, vamos a explotar España, pero tengo muy en mente irme para allá cuando sea el momento.
¿2024 es el año de Mirela?
Ojalá sí. 2023 ha sido mi año a nivel personal y profesional.
¿Estás feliz a nivel personal?
Mucho, ha sido mi año porque me he recuperado de hace tres años cuando pasé por un momento de caída y de aprendizaje, primera rotura de corazón de esas que aprendes para todo en la vida. Este año para mí ha sido el año de crecimiento personal de aprender a poner límites, de sentir que me he vuelto más madura. Soy muy niña, eso es una cosa que me gusta de mí, que me permito ser una niña, pero luego soy una señora.
“Las escenas de sexo en cine tiene poco morbo a diferencia de lo que la gente cree”
Si ahora mismo te coincido un deseo, un papel soñado. ¿Cuál sería?
Me encantaría hacerme un personaje de ficción de acción ,incluso podría ser algo de superhéroes, pero un rollo Lara Croft, donde poder hablar en inglés, español y de repente hablar con mafiosos serbocroatas. Me encantaría que me dieran un papel en el que pueda hablar mi idioma.
¿Te ves como la próxima Ana de Armas?
No me voy a tirar el pisto, pero me estaría guay hacerse un Ana de Armas. No sé si me veo, no sé si tengo tanto ego o todavía mis inseguridades de la infancia no me permiten decir: ‘Sí, joder, lo voy a conseguir’, pero me encantaría hacerme un Ana de Armas en el sentido de currar todo lo que pueda en España y en algún momento irme a LA y probar suerte. Me gustaría tener mi repre aquí y mi repre fuera. Creo que es importante tenerlo. Me fliparía hacer una comedia estrafalaria, loca o irme al extremo de hacer un papel que sea un reto psicológicamente.
¿Te raparías la cabeza o engordarías por un papel?
100% sí. Engordar y luego adelgazar me parece más jodido porque entra un componente de salud y eso puede ser peligroso. Hay que hacerlo acompañado de profesionales. Pero raparme llevo diciéndoselo a mis amigos bastante tiempo. Me raparía 100% por ejemplo para hacerme algún papel de guerra de la Unión Soviética.
¿Te imaginas una 007 femenina y que te llaman?
Digo sí. Sería un sueño. Tengo muchas ganas de hacer una buena peli donde se me permita explotar todas las herramientas y tenga un recorrido y un arco de personaje profundo, de mil capas, de hacer un estudio exhaustivo y de literalmente meterme ahí.
¿Has tenido el síndrome del impostor?
¿Quién no? Todo el mundo lo tiene siendo artista. Creo que tengo seguridad, pero a veces me invade y me enfado conmigo misma por hablarme mal. Luego pienso que en esta profesión puede que, si quieres, no siempre puedes. Hay mucha gente con talento en su casa.
¿Cuánta gente sin talento está trabajando?
Venga, abro el melón. Aquí puedo pecar de hipócrita y es una discusión que tengo conmigo constantemente. Por ejemplo, antes de ser actriz era músico. Yo tocaba el chelo y el piano. A mí me pusieron un chelo entre las piernas con 6 años. Llegó un momento en el que dije no quiero ser chelista profesional, tuve mi momento revelador de querer hacer teatro y entré en la RESAD. Pero mi gran sueño ha sido ser cantante de jazz y ser una Aretha Franklin, pero me da que no tengo la voz y tengo buena voz para cantar jazz y soul. Más tarde tuve unos nódulos, me capé mi propia voz ya que mi registro vocal se acortó y dije: ‘Uy, ya no puedo cantar igual ’, y es una inseguridad muy grande. Mi gran sueño era ser cantante. Ahora soy actriz, pero si algún día saco un disco, todos los que sean cantantes como mi mejor amiga Alice Wonder dirán: ‘joder con los actores que ahora son todos cantantes y sacan discos’ y lo entendería, lo entendería porque todos los que se han deslomado y han estudiado música pueden pensar en el intrusismo laboral , en utilizar la fama para sacarse de su disco. Ahora le puedo dar la vuelta también y pensar en los modelos que no han estudiado interpretación ¿me meto con ellos? Pues no, porque al final creo que todo el mundo es libre de hacer lo que realmente desea en cada momento de su vida. Creo en el poder de cambiar de opinión y en querer dedicarse a varias profesiones. ¿Porqué no? Si te hace feliz, estudies o no, seas profesional de ello o no, haz lo que realmente te pida el cuerpo y te pique la curiosidad. Así hay gente que probando, ha encontrado su vocación y eso es maravilloso.
¿Tener seguidores te abre puertas?
Yo creo que hoy en día sí. Hay gente que ha pasado por agencias, que son buenos y que han hecho una carrera y no han llegado a donde gente que tiene seguidores está. Y también están los que no tienen ni redes y han conseguido trabajar. Y los que en ambos casos y ninguno, siguen currando a tope para conseguir un papel. Por eso esta profesión es tan complicada. Hay tantos factores que no dependen de uno mismo y de su trabajo y/o talento. Creo que ahí hay un tema del que podríamos hablar largo y tendido y que refleja la sociedad virtual en la que vivimos.
“Tengo miedo a perderme a mí misma”
¿Tienes miedo a ser mundialmente conocida y pegarte la hostia después?
Pues te voy a ser muy sincera y esto va muy ligado a lo de créetelo un poco tía y el síndrome de impostor. No me imagino ser mundialmente conocida. Pero si ocurriese esta situación tendría que ir a terapia.
¿A qué le tienes miedo?
A perder los amigos que tengo y a perder mi estabilidad, a perderme a mí misma.
¿Cierta fama puede hacerte perder tu identidad?
Espero que no y ojalá que no. Veremos en unos años, pero ahora puedo decirte que tengo una familia de amigos y unos pilares que me sostienen ,que me conocen muy bien y que, si mínimamente se me va la olla o me empiezo a destruir, tengo una gente tan buena y unos espejos cercanos con un reflejo tan puro de mí misma que sé que fácil y rápido me van a decir: ‘baja a tierra guapi’ si me pierdo.
¿Has querido dejarlo en algún momento?
No, por ahora ni de coña.Tengo 25 años y toda la energía y las ganas. Cada día estoy muy agradecida.
¿Has leído algún comentario negativo en redes sociales sobre tu trabajo?
La verdad es que no. Por ahora con los fans de “Élite” solo me ponen cosas buenas.
¿Cómo eres?
Soy soñadora, intensa, risueña, muy emocional y muy madre. Soy muy empática y me gusta escuchar a la gente. Hablo mucho y he tenido que aprender a saber escuchar. Me gusta mucho indagar en lo que nos hace personas, en las emociones, me gusta ser psicóloga… Soy muy seria con mi trabajo.
¿Cuál es el momento más feliz de tu vida?
Podría decir todos los momentos con amigos porque tengo una relación con mis amigos muy heavy. Somos gente muy especial, cada uno de su padre y su madre, pero que nos cuidamos a más no poder. Hemos tenido vivencias muy bonitas.
¿Cuándo conoces a una persona que es lo que más te atrae?
La honestidad de la que habla de sí mismo. Tengo una capacidad de no juzgar. Al final en mi vida siempre me han juzgado mucho de primeras. Cuando conozco a otra persona intento no juzgarla. Siempre doy segundas oportunidades y aunque inevitablemente soy un ser humano, hay primeros juicios, dejo más allá para conocer y me interesa mucho la honestidad con la que habla una persona de sí misma, que de sí mismo tenga capacidad de criticarse, de sacar una herida y hablar de ella.
¿De primeras no caes bien?
Sin abrir la boca a la gente le doy mal rollo.
Algo que no soportes.
La gente que mastica con la boca abierta. También cuando veo a alguien en un momento en el que se está autodestruyendo y se está denigrando e infravalorando.
Algo que nadie sepa de ti.
He empezado a hacer público que de pequeña el instituto me ponía unos sujetadores con un push up que se te iba la olla. Todas mis amigas se desarrollaron temprano y tenía trauma por yo tener el pecho pequeño así que empecé a comprarme sujetadores push up. Dormía con ellos con mi mejor amiga. Yo no me quitaba el sujetador ni para dormir porque eso significaba destapar la mentira a los ojos de los demás. Llegué incluso a pensar que no me podría acostar con nadie por esto. Y eso es muy fuerte y triste. La presión social y física que tenemos las mujeres desde tan pequeñas. Con el tiempo, con trabajo y poco a poco un día me dije: ‘cariño mío, tiene el pecho pequeño y eso está bien’. Tiré todos esos sujetadores a la basura y ahora me compadezco y me encantaría decirle a Mirela de 13 años: ‘mi amor, tranquila, no pasa nada, no pasa nada porque no tengas mucho pecho, está todo bien’. Y cuento esto porque me encantaría que le sirva alguna chica que padezca del mismo complejo para que se dé cuenta de que lo más importante es que esté sana y que trabaje su amor propio. Que todo eso que está en su cabeza es la sociedad obligándole a cumplir un estándares inexistentes.
¿Dinero o fama?
¿Qué si quiero tener dinero? Hombre, claro que sí.
¿Qué elegirías?
Dinero a muerte. ¿Para qué quiero fama si puedo vivir estable, comprarme una casa y viajar no?
¿Qué no harías nunca?
Humillar por humillar a alguien y hacer daño por hacer daño.
¿Has tenido alguna vez miedo al volver a casa?
Como mujer, parece que si o si tenemos que vivir todo tipo de situaciones peligrosas al volver a casa y en el día a día. He vivido relaciones tóxicas y sufrido maltrato psicológico , he tenido miedo y por pura desgracia, el 99% de mujeres que he conocido han sido maltratadas psicológica o físicamente de alguna manera y han vivido algún tipo de abuso. Todas hemos vivido alguna situación de abuso o de algún tipo de agresión sexual. Yo las he vivido y no tengo miedo a decirlo.Por que hay que hablar de ello y seguir luchando y visibilizando. Aunque nada de esto debería ocurrir…
La educación en la sociedad nos lleva a ciertos comportamientos sociales que nos alienan. Hay que cambiar la educación, hay un problema de base…
Absolutamente. Todos deberíamos ir a terapia.
¿Qué te hace perder los nervios?
El desorden, me vuelvo loca.
¿Tienes muchas manías?
Soy maniática con la limpieza y con el orden. Me gusta que estén las cosas ordenadas, simétricamente o diagonalmente. Tendrías que ver mi cajón de braguitas y de camisetas, están perfectamente enrolladas a lo Marie Kondo.
¿Cuándo fue la última vez que lloraste?
Hace poco, pero de emoción. En el concierto de Alice de la Sala Apolo de Barcelona.
En alguna relación que hayas tenido, ¿cuándo te diste que era tóxica?
Cuando me levanté un día y me di cuenta de que sentía una pérdida de identidad total. Cuando me di cuenta de que estaba en una relación en la cual estaba destruída emocional y físicamente, no me sentía sostenida ni escuchada y me mantenía en un bucle infinito de hacerse daño mutuamente. Ahí es cuando me pregunté: ¿quién es Mirela? Y no supe bien qué responder. Ahí empezó mi viaje de introspección, desapego y sanción.
Causas sociales en las que te gustaría verte involucrada.
Muchas, pero la más importante es el feminismo. Es algo intrínseco que no puedo, el 100% de mis amigas han sufrido agresiones y necesito indagar, corregir y ayudar. El día de mañana tengo un sueño que derivan en varios, pero de inicio, me gustaría hacer un grupo de teatro para mujeres. Un lugar en el que te puedas sentir libre, recuperar ciertas confianzas. Todo esto sería respaldado evidentemente por un psicoterapeuta.
¿Crees que tu voz es importante?
Instagram y los seguidores son una herramienta que te dan una voz. Si la fama de hoy en día es tener no sé cuántos seguidores para ser Influencer de una marca, para promover un proyecto, me parece la hostia para poder promover las cosas importantes a nivel humano, social y educativo. Somos un arma de propaganda humana. Si fuera de la pantalla como personaje público, tengo un micrófono y alguien me va a escuchar, 100% lo usaré para hablar de cosas que me parecen importantes.
¿Qué cambiarías del mundo?
¿El mundo? No sabría por dónde empezar, porque iría a la sociedad por habernos cargados tanto todo… Cambiaría a los humanos.
Si ahora mismo te diera un altavoz para hablar a los 8 billones de personas que habitan el planeta, ¿qué dirías?
Para. Escúchate y respira. Olvídate de todo lo que hay a tu alrededor. Agradece que estás vivo.
¿Qué es el poder?
Lo asocio a la energía.
¿Y la sensación de poder?
Una herida emocional.
¿Qué me aburre?
Lo repetido 50 veces. Siempre estoy dispuesta a buscar algo nuevo, soy curiosa.
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