FURSAC FW25/26: la elegancia como arma, no como uniforme
- Redacción Folie
- hace 24 horas
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Olvida la postal de los 80 con laca y hombreras XXL. Fursac FW25/26 no quiere disfrazarte de extra en Wall Street. Lo que propone es otra cosa: rescatar la elegancia como un acto de rebeldía. Sí, rebeldía. Porque en un mundo saturado de sudaderas clonadas y sneakers sin alma, ponerse un pantalón de talle alto o un abrigo de borrego es casi un gesto punk.
El nuevo hombre Fursac no vive en compartimentos. No cambia de piel para la oficina, la calle o la noche. Es el mismo hombre elegante en todas partes. Su ropa funciona como un sistema modular: trencas reinterpretadas para los días fríos que empiezan con reuniones, camisas de tweed con cuello vuelto para improvisar cenas, y un abrigo negro de piel sintética que directamente pide humo, luces rojas y techno a medianoche.
El color estrella es el burdeos, pero no el amable de una copa de vino caro. Este burdeos tiene filo, huele a interiores de club, a terciopelo gastado y a conversaciones que duran demasiado. Se mezcla con negros y neutros sin pedir permiso, recordándonos que la elegancia francesa no es delicada: es arrogante, es segura, es eterna.
Al final, la colección es un recordatorio: la elegancia no es un traje heredado, es una actitud. Y esa actitud, hoy, tiene mucho más de punk que de protocolo. Fursac FW25/26: traje de día, piel de noche, alma de calle.