Lindsay Lohan ha vuelto. La que fuera un icon en los 2000 quiere volver a ser la diva que siempre fue.
Ahora, en una nueva entrevista, Lohan comparte desgarradores detalles de hasta qué punto los paparazzi y su fama como joven actriz impactaron negativamente en su vida.
"Estaba grabando un álbum en mi caravana en el plató de la película [Herbie] y promocionando el álbum mientras rodaba, por ejemplo, TRL", cuenta Lohan, añadiendo que a menudo sólo podía descansar una hora más o menos. "Recuerdo esto muy específicamente: Tenía que ir al dentista. No tenía tiempo para ir al dentista, pero me pasó algo en la muela. El dentista tuvo que venir a verme. Era tanto todo el tiempo".
Lohan vio su huida a Dubai -donde hay leyes estrictas sobre los paparazzi- como la única forma de conseguir algo parecido a una vida "normal", incluida la búsqueda del amor. "Tuve que tomarme mi tiempo para que todas esas puertas se abrieran y llegaran los 'síes', las cosas a las que quería decir 'sí'".
Sus compañeras Britney Spears y Paris Hilton han empezado a reivindicar sus historias, algo que Lohan no está dispuesta a hacer. "Felicito a toda la gente que [ha hecho eso]", dice. "Creo que es bueno que hagan lo que quieran para recuperar su poder. Cuando esté preparada y consiga todas las cosas que quiero conseguir, quizá me plantee hacerlo. Pero mi historia aún no ha terminado, así que no tengo prisa por compartir mi versión".