La moda acaba de perder a uno de sus buques insignia. Quien fuera mano derecha de la dama sin corazón Anna Wintour y un personaje imprescindible en la industria de la aguja y el dedal, ha fallecido el pasado martes 18 de enero en un hospital de Nueva York.
Jamás pensamos que este momento llegaría nunca. Es algo que no entra dentro de nuestros planes. Creíamos que André era esa persona sin fecha de caducidad. Tan longevo como su curriculum y tan impertérrito como su sombra. Una que quedará grabada en todos los front rows. Y es que André tenía algo que no tienen muchos, valor. Era esa persona que desafiaba estándares, que escribía a los sueños y que declaró persona non grata para Anna Wintour.
Con más de 50 años afilando la pluma, Talley escribió para varias prestigiosas publicaciones de moda, como Women’s Wear Daily, W o The New York Times, pero fue su trabajo en la edición estadounidense de Vogue lo que le hizo reconocido en todos los rincones de la faz de la tierra. En 1974 fue descubierto por Diana Vreeland junto a la que trabajo en las exposiciones de moda del Museo Metropolitano de Nueva York. Posteriormente conoció a Andy Warhol y comenzó su carrera en la revista del artista, Interview. Leon Talley será siempre recordado también por su lucha racial que le llevo incluso a dimitir como corresponsal en París de la revista Women’s wear daily cuando se enteró de que en ciertos círculos se mofaban de él apodándole Queen Kong.
En 2020, publicó un libro en el que repasaba todo lo que había vivo en la moda, “En las trincheras de la moda”. En ellas describe a Anna Wintour como alguien frío y calculador que le apartó de su lado por “ser mayor e incómodo”. Rivalidades a parte André Leon Talley fue mucho más que el némesis de la directora de Vogue, fue un ícono y una figura a la que admirar.