El gigante Shein vuelve a ser objeto de noticia tras que el activismo ecológico se quejase de la producción de sus prendas. Ahora la crítica va ligada al departamento creativo.
Según The Fashion Law, esta semana se ha presentado una demanda en la que se afirma que la empresa ha estado utilizando un "algoritmo secreto" para clonar las tendencias artísticas en su ropa. Tres creativos independientes -Krista Perry, Larissa Martinez y Jay Baron- han afirmado que Shein ha reproducido copias exactas de sus obras y actualmente reclaman daños y perjuicios pasados y futuros para "evitar más actividades de chantaje". En los últimos años se han multiplicado las acusaciones similares, pero la confusa estructura empresarial de Shein le ha permitido eludir toda responsabilidad.
La demanda fue interpuesta en el Tribunal Federal de California y acusan a la compañía de llevar a cabo “robos de propiedad intelectual a gran escala y sistemáticos a diseñadores estadounidenses, grandes y pequeños” y de “participar en actividades de chantaje relacionadas en el proceso de usurpación”.
Según la demanda, las diseñadoras acusan a Shein y a varias entidades relacionadas, incluidas Roadget Business y Zoetop Business, de infracción de derechos de autor y marcas registradas en relación con su práctica de “producir, distribuir y vender copias exactas de sus trabajos creativos”, alegando que es “parte integrante del proceso de diseño y el ADN organizacional de Shein”.
Las demandantes afirman: “Shein ha ganado miles de millones de dólares creando un algoritmo secreto que determina asombrosamente las tendencias de la moda naciente y combinándolo con una estructura corporativa, que incluye los esquemas de producción y cumplimiento, que se ejecutan perfectamente para engrasar las ruedas del algoritmo, incluidos sus aspectos desagradables e ilegales. Ese algoritmo no podría funcionar sin generar las copias exactas que pueden dañar enormemente la carrera de un diseñador independiente”, apostillan, señalando que “la inteligencia artificial de Shein es lo suficientemente inteligente como para apropiarse indebidamente de las piezas con el mayor potencial comercial”.
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