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  • Foto del escritorPablo Aragón Blanco

CARTA DEL DIRECTOR: Poniendo la nota más alta

Todo en la vida depende del ritmo. Todo desprende sonido. Hasta la cosa más insignificante como el aleteo de una mosca al intentar salir de una jaula de cristal. Tan solo hay que prestar atención, poner bien el oído y escuchar la belleza de las notas.

Ya dijo Víctor Hugo en el pasado que “la música expresa lo que no puede ser dicho y aquello sobre lo que es imposible permanecer en silencio” y no hay definición más certera posible sobre este concepto. Por eso mismo hemos querido que este mes exprese uno de los artes que consiguen emocionarnos a través de letras, acordes y partituras.


Sus protagonistas han hablado a través de su experiencia de cómo la música ha cambiado sus vidas. Por ejemplo, The Blessed Madonna consiguió salir a flote y dejar la mendicidad para vivir sobre una tarima. O también el caso de Gustavo Elis o Ruggero cuya fama les vino por la interpretación, pero su gran sueño fue poner voz a sus sentimientos. 7 caminos con un mismo mantra en común: “La música es mi vida”.


Bajo esta afirmación podemos decir que es vida porque es algo universal e intrínseco al ser humano. ¿Quién no se ha emocionado y bailado a más no poder con una canción? ¿Quién no ha llorado pensando en su historia a través de esa primera estrofa? ¿Quién no ha dejado una indirecta velada con el estribillo de la típica revenge song? ¡Qué levante la mano el que no haya sido esa persona! Desde luego entono el mea culpa con todas estas preguntas e incluso recuerdo como solo me faltó tatuarme el “Look what you made me do” de Taylor Swift en una época en la que necesitaba reafirmarme y dar un golpe sobre la mesa. Al fin y al cabo, todas las experiencias vividas tienen que tener una banda sonora.


Muchas veces me pregunto si al final de mi vida miraré al pasado en una especie de túnel espacio temporal y habrá una canción que defina todos y cada uno de los momentos. Tengo claro que no habrá silencios. El sonido inundará esa proyección astral y los decibelios irán in crescendo hasta el fin. Un ciclo vital con desenlace musical.

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