Así es, sin trampa ni cartón, Chanel quiere poner en marcha la apertura de boutiques de lujo para atender exclusivamente a sus clientes más importantes. Dicho de otra forma, el lugar de recreo perfecto para los compradores que más gastan en la firma.
Una noticia que llega después de que la marca francesa comunicara su deseo por aumentar su exclusividad tras la información de que sus ingresos se han disparado hasta un 50% desde 2021. La “firma de las dos ces” ha triplicado sus beneficios ya que las ventas de su prêt-à-porter, joyas y relojes han superado los niveles anteriores a la pandemia. Un intento de no saturar sus tiendas y crear un espacio reservado para sus clientes más adinerados.
Philippe Blondiaux, su director financiero global, ha declarado que abrirán estas boutiques privadas a partir de principios de 2023 en algunas ciudades asiáticas. “No vendemos, ni venderemos, moda o relojes online. Nuestra mayor preocupación es cuidar a nuestros clientes y, en particular, a nuestros clientes preexistentes. Vamos a invertir en boutiques muy depuradas para atender a nuestros clientes de forma muy exclusiva”, apunta Blondiaux. A pesar de estas palabras y del crecimiento de la compañía, la ‘maison’ se mantiene firme en su estrategia de venta de productos beauty, fragancias y gafas de forma online.
Otro de los interesantes planteamientos de Chanel ha sido la subida del precio de algunos de sus productos durante el último año. Una táctica para “armonizar precios en todas las regiones geográficas, y tener en cuenta las fluctuaciones monetarias y la inflación”. ¿Con qué nos sorprenderá el gigante del lujo el próximo año? Nadie tiene la respuesta, quizá con una especie de Disneyland particular firmado por Coco Chanel.