Incluso si la marca de lujo gana su caso contra el creador Mason Rothschild, las NFT no pueden ser borradas, al menos no en un sentido convencional.
Inspirado en el famoso bolso Birkin de Hermès, el creador digital hizo su primer bolso NFT Birkin en colaboración con el artista Eric Ramírez. Lanzado por la plataforma social Basic Space se vendió por algo más 41.000 €. Después de este primer Birkin digital, Rothschild creó más de 100 NFT individuales inspirados en el Birkin y simulados con pieles de imitación y una gran variedad de colores vibrantes y texturas, los llamados Metabirkins. Los bolsos estaban a la venta en OpenSea, un marketplace de NFTs, con un valor de 975.000 €, pero fueron retirados a principios de finales del pasado año.
Tras esta revalorización de la imagen de Hermès en el universo digital sin conceder ellos un permiso previo, demandaron a su creador por vender interpretaciones virtuales del ultra exclusivo bolso de la maison francesa. Pero las buenas noticias todavía no han llegado ya que ha tenido el efecto contrario al deseado.
Después de que saliera a la luz la demanda, el precio de subasta de MetaBirkins se desplomó desde un máximo de 46.000 dólares hasta unos 3.600 dólares. Sin embargo, la disputa legal puede hacer que su valor aumente sustancialmente. Aunque Hermès gane, las NFT no pueden eliminarse de la cadena de bloques; la acción más cercana es la "quema", que transfiere la NFT -el registro de la venta, no la imagen en sí- a una cartera inaccesible. Traducción: Hermés puede estar creando involuntariamente uno de los primeros bienes del mercado negro del mundo del arte digital.
En su defensa, Rothschild dice que sus MetaBirkins son obras de arte originales. También ha publicado en su sitio web avisos en los que afirma que no colabora con Hermès. ¿Viendo las orejas al lobo?
Ahora lo que está en juego es la propiedad del lujo en el metaverso y la apropiación indebida de la imagen de marca. ¿Qué decidirá el mazo de la justicia?
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