Si los desfiles de Matthew M. Williams son auténticos espectáculos que muestran la magnificencia del diseñador, sus precolecciones están basadas en la austeridad y la atemporalidad.
Durante la mayor parte de su mandato en Givenchy, Williams ha presentado las colecciones en el showroom de la marca en la Avenue Montaigne. Ahora quiere salir a comerse el mundo, pero por ahora tiene que esperar.
En su última muestra nos ha enseñado una elegante colección para mujeres feminizadas más de lo habitual. Por ejemplo, las cinturas entalladas se entremezclan con blusas con estampado de ocelote, o la liberación de los pantalones acampanados en un tejido de punto Milano. "Es muy directo en cuanto a la forma en que la gente llevaría los looks. No es un estilo exagerado", afirmó Williams. Y tampoco habla de las inspiraciones o el significado de la ropa que diseña. "En realidad, sólo diseño a partir de mi instinto: lo que me parece genial; cómo veo que se visten las mujeres", dice.
El joven diseñador estadounidense se sumerge con frecuencia en los archivos de la maison en busca de arquetipos. Hubert de Givenchy tiene mucho que decir. De ahí surgió el estampado de ocelote y un vestido de crêpe de chine de un solo hombro de la colección de alta costura de verano de 1967.
El desfile de alta costura que debía celebrarse este mes de julio -y que habría supuesto el debut de Williams en el mundo de la confección- se ha aplazado indefinidamente. Queda por ver si el arte de Williams conjugado con la palabra Givenchy dan de sí o es un amor de unos cuantos veranos. Eso sí, mientras la espera se hace larga para ver su desfile de haute couture, podremos ver primer desfile de ropa masculina el calendario de París de este mes.