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  • Foto del escritorPablo Aragón Blanco

INTERVIEW w/ ARIA BEDMAR: “Hay algo del humor negro que no entiendo”

“No puedo pagarme el alquiler con seguidores”

Hay gente con la que no quieres que el tiempo pase tan deprisa, quieres pararlo para poder saborear cada uno de los segundos que pasas a su lado. Eso mismo nos ha pasado con Aria Bedmar (1 de diciembre de 1994, Almería), porque con ella hemos podido hablar de lo más banal y de lo humano. Hemos conocido un alma sencilla y dual que se pregunta continuamente sobre lo trascendental. Nos ha contado como el síndrome del impostor es una vocecilla que atormenta y acongoja incesantemente y nos ha revelado que se tiene que tapar los ojos ante las injusticias. La sensibilidad es atronadora. Por eso mismo ponerse en la piel de la Hermana Narcisa en “Hermana Muerte” ha sido un check en toda regla. Ha tenido que adaptarse a un género que ha bordado a la perfección.


LA DUALIDAD DEL SER


“Me cuesta entender que hay maldad en la gente”


¿En qué te pareces a la hermana Narcisa?


No tengo muchas similitudes. Cuando me llegó el papel tuve un momento vértigo porque al final no tengo a nadie en mi entorno que sea ni remotamente parecido a una monja o a nadie que viva en un entorno de religión tan potente y entonces me dio un poco de vértigo al no tener las herramientas suficientes para poder enfrentarme a un papel así. Soy una persona súper miedosa y no consumo nunca cine de terror, por eso me daba mucho miedo no tener cultura cinematográfica suficiente como para tener referencias y por eso empecé bastante insegura. Enseguida se me fueron las inseguridades y empecé a trabajar el personaje como tenía que hacerlo y sin miedo a no dar la talla. Si no podía sentir esa empatía o ese esa similitud a través de la religión, tenía que tirar de otras cosas, entonces al final en realidad, uno de los grandes pilares del arco del personaje de Narcisa son las dudas y a partir de ahí encontré un hilo del que tirar. Sorprendentemente encontré muchos nexos de unión con el personaje de Narcisa.


En cuestión de talento, de compañeros de reparto, ¿quién ha sido la persona que más te lo ha demostrado?


Todas mis compañeras de reparto me sorprendieron muchísimo, pero lo de Paco es de otro planeta. Los actores y directores hablamos el idioma de la interpretación, pero cada uno lo habla a su manera, cada uno tiene un acento diferente y cada uno tiene una forma de verlo diferente y creo que Paco y yo venimos de mundos muy diferentes, pero sentí que conectamos desde el minuto uno, sentí que hablamos el mismo idioma. Su forma de dirigir actores es sublime, es el director con el que mejor me he entendido hasta ahora, pero con una diferencia brutal.


¿Qué se viene en 2024?


El estreno de “Operación Barrio Inglés” que tengo la suerte también de ser la prota, un proyecto que fue duro de rodar porque hacía mucho calor en verano en Sevilla. También estaré en una serie que no puedo contar todavía. Estoy llena de trabajo y también muchos conciertos de Megara que yo aparte de actriz, trabajo mucho como bailarina en un grupo de rock.


Si ahora mismo te hubiera carta blanca para interpretar cualquier personaje, ¿cuál sería?


Un personaje muy venido a menos que estuviera en un punto personal muy bajo, una persona que tenga algún tipo de adicción muy fuerte que le haga estar en un punto muy vulnerable. Una persona que esté desesperada.


¿Has tenido alguna vez el síndrome del impostor?


Bueno, eso ha sido la máxima el día a día. Cada vez que me daban un papel me echaba a llorar. Tenía un síndrome del impostor de la leche y fue hasta hace muy poco que fue cuando me dieron el papel de “Hermana muerte”. Ahora estoy aprendiendo las herramientas que necesito tener. Estoy gestionando a nivel emocional, personal y profesionalmente todo lo que me ha ido pasando, creo que he ido aprendiendo a gestionarlo y a no hacerle caso a esa vocecita en la cabeza que te quiere minar la fuerza y la motivación.


¿Cómo es Aria?


Una persona muy sensible. De pequeñita siempre me decían “eres una dramática, no estás viviendo una peli, esto no es una peli, no seas tan dramática”, era algo que escuchaba todos los días de mi vida y me alegro mucho de no haber escuchado esos consejos. Gracias a ese ser tan receptiva a lo que ocurre en el mundo, hoy por hoy, puedo dedicarme a lo que me dedico, porque al final mi trabajo es ser receptiva con las emociones, entender el sufrimiento ajeno y encontrar el por qué y transitarlo. Me alegro mucho de que esa niña no escuchara esas voces.


Hablas como una persona que ha tenido varias dosis de terapia y ha cogido herramientas y llaves para afrontar todo en su vida…


Casi todo el mundo ha pasado una etapa negra y oscura. Yo pasé la mía durante la adolescencia y tuve un añito y pico de depresión y estuve bastante perdida a nivel emocional. No sabía entenderme y no entendía el mundo. No entendía cómo podía vivir en una sociedad que reaccionaba así o que era así cuando yo era de otra manera. A través de la terapia fui entendiendo mi forma de ser. He pasado mucho tiempo preguntándome y analizándome qué clase de persona soy yo en el mundo, cómo puedo hacer para aportar en positivo al mundo y que es lo que yo quiero y deseo. Soy una persona que le da muchísima importancia a la salud mental y que le da mucha importancia al crecimiento emocional de cada persona y cada individuo en el mundo.


¿Qué te hace feliz?


Egoístamente y hablando de mi felicidad personal hablaría del arte en muchas formas, me hace muy feliz ser actriz y tener la capacidad de vivir varias vidas a la vez, me parece un lujo absoluto. Un privilegio. Me parece un lujo poder subirme a un escenario, ya sea con texto o con baile o música y me hace muy feliz expresarme a través de las palabras que también escribo tengo mis cositas. Estoy viviendo un privilegio que paga las facturas y paga mi casa.


Algo que no soportes.


Me cuesta entender que hay maldad en la gente y el narcisismo en alguien.


Algo que nadie sepa de ti.


Soy una persona que tiene dos partes diferentes, pero a la vez muy pronunciadas tanto en el estilo musical como en la forma de pensar. Soy muy muy rockera, muy dark y muy gótica, pero a la vez tengo una parte súper Disney y ambas cosas conviven.



¿Qué es la fama para ti?


La fama es el precio a pagar por trabajar y dedicarme a lo que me dedico. Para mí es un complemento que viene a veces y a veces no, pero nunca la he buscado.


¿Fama o dinero?


Ninguna de las dos y en el caso de que tuviera que elegir diría dinero porque no puedo pagarme el alquiler con seguidores. El dinero desgraciadamente se necesita para vivir y la fama no la necesito.


¿Cuál es tu mayor miedo?


El no seguir siendo capaz de pagar mis facturas y el alquiler con la interpretación.


¿Qué no harías nunca?


Saltarme mis principios, entendiendo que mis principios están basados en el animalismo… Soy muy defensora de los de los derechos en general de los seres humanos y más en particular de los seres vulnerables como pueden ser los niños, los ancianos, entonces y también dentro de los principios está perteneciendo al colectivo LGTBI el respeto a la gente de colectivo…


¿Qué opinas sobre el conflicto palestino israelí en el que están muriendo niños?


La única forma que he encontrado de sobrevivir en el mundo es que necesito taparme los ojos a ciertas situaciones, que yo no puedo hacer nada por cambiar. Intento ayudar de todas las formas posibles, es decir, pero miro para el otro lado con la imagen explícita.


¿Te han roto muchas veces el corazón?


A mí misma me he roto el corazón más veces de los que me lo han roto.


¿Cuándo fue la última vez que lloraste?


La última vez que llore fue hace no mucho. Hay veces que de repente conecto con algo del pasado, con algo de la infancia de esa mochila emocional y vulnerable de mí. Me di cuenta de que hay heridas no sanadas que cuando las miras con nostalgia hay un puntito de dolor.


Cuándo conoces a una persona, ¿qué es lo que más valoras?


Cuando hacen algún comentario que está en contra de mis principios. Hay algo del humor negro que no entiendo.


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