“De pintar o de ser artista no voy a poder dejarlo nunca”
Lula Goce es una de las artistas visuales con más proyección internacional. Y con su arte nos ha conquistado a golpe de pincel. La creadora muralista consigue reflejar lo mundano a través del color en paredes de todo el mundo. Junto a ello hemos vivido es un viaje de sensaciones que es lo que nos trasladan cada uno de sus murales.
PINTA MUCHO
“Los bloqueos sirven para crecer de alguna manera”
Eres gallega, pero fuiste a estudiar arte en Salamanca y luego te mudaste a Barcelona a estudiar un doctorado. Cuando llegaste a Barcelona, ¿qué fue lo que te llevó a adentrarte en el mundo del arte urbano?
A mí siempre me gustó pintar en la calle y me gustó mucho siempre el tema de mural. Ya en Galicia antes de irme a estudiar Salamanca pintaba en bares o me iba a pintar en la calle con rodillos y con pinceles, porque apenas había spray. Ya en Salamanca a cualquier oportunidad para hacer una intervención en la calle o todo lo que es intervencionismo urbano, siempre me picó mucho y me parecía súper interesante el hecho de intervenir de en espacios por donde la gente transitaba. Obviamente no ha sido mi intención hacerlo desde una parte más vandálica, me gusta que la gente pase y se encuentre con cosas que están más allá de lo que es el espacio normal. El hecho de hacer pensar a la gente para que la gente se sorprenda. El hecho del mural, de eliminar el espacio interno del museo y de los intermediarios, y ese salirnos del arte constitucional de alguna manera y de lo que está pactado por un comisario o por un espacio en el que tienes que entrar a buscar arte y no esa intención de llegar a la gente directamente sin todo ese aparato externo. En realidad, los museos tienen muy poca afluencia de gente, ese hecho de poder llegar a mucha más gente que no necesariamente es consumidora de arte me parece muy interesante esa labor que tiene el arte urbano de alguna manera de educar sin ser sin ser consciente de ello.
¿Cómo es Lula Goce?
Soy muy obsesiva, por eso trabajo lo que trabajo y estoy donde estoy. He dejado muchas facetas de mi vida de lado por trabajo, porque si quieres ser bueno, tienes que dedicar tiempo y energía. Luego tengo mi familia también. Yo creo que son mis dos grandes pilares, mi pareja y mis hijos y mi trabajo. También me encanta viajar, y me gusta leer.
Si tuvieras que elegir una de tus obras, ¿cuál sería?
¡Qué difícil! ¿Me puedo quedar con pedacitos de cada una? No de cada una, pero de alguna… Compondría una entre varios murales.
¿Hay una vinculación entre los personajes a los que pintas y tu experiencia personal?
Sí, yo creo que sí, que están directamente relacionado. En la mayoría de los casos, realizo las fotos y son modelos que están en mi entorno, gente que conozco o que de repente me mueven por algo. Según las etapas que he vivido, he ido expresando mi arte de esta forma.
¿Qué es para ti el arte?
Es una necesidad biológica, fisiológica y psicológica, es algo que necesito para para poder estar estable, sentirme bien y entender lo que ocurre a mi alrededor, es un acto de meditación el realizarlo desde la práctica artística. El arte es comunicador de experiencias, de sentimientos. Intento que ayude a construir una realidad a poder ser mejor. El arte urbano es comunicación con el transeúnte.
¿Dónde te gustaría pintar que todavía no hayas pintado?
Me gustaría pintar un barco grande de pesca.
¿En qué te inspiras?
Me inspiran los sitios a los que viajo. Mis viajes tienen un carácter de investigación personal, entras en contacto con el día a día de la calle.
¿Qué necesitas para ser feliz?
El hecho de ser madre de repente te cambia el chip y depende tu felicidad al verlos a ellos bien.
¿Qué le dirías a una persona que está empezando en el mundo del arte?
Que no desista, que tiene que ir a por todas, o sea, trabajar duro y ser como sea, mirar hacia adelante, intentar no perder nunca el camino y no sentirse derrotado o, aunque se siente derrotado y levantarse y seguir caminando. Es un trabajo muy de fondo.
¿Has tenido bloqueos de artista?
Sí, claro, cada dos por tres. Los bloqueos sirven para crecer de alguna manera. Un artista no puede estar produciendo constantemente, hay como picos de creación. Los artistas somos en ese aspecto muy obsesivos, todo es cíclico y sí que está bien a veces, parar para move foward.
¿Has querido dejarlo en algún momento?
Dejarlo no, modificarlo sí. De pintar o de ser artista no voy a poder dejarlo nunca porque es parte de mí y es como mi cerebro funciona y necesita eso para sacar cosas.
¿Crees que se valora menos el arte urbano que el arte en museos?
Por desconocimiento sí mucho. Bueno, hay quien lo valora más y hay que no valora menos, pero en general en los circuitos institucionales y todo esto sí, claro.
La entrevista fue realizada en BAM Karaoke Box Luchana.
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