Jenna Ortega compartió previamente que tomó clases de esgrima y violonchelo en la preparación para el personaje, pero su horario le pasó factura.
"Me presentaba en el plató dos horas antes, hacía una jornada de 12-14 horas, volvía a casa, me subía a un Zoom y daba cualquier clase que tuviera. O llegaba a mi apartamento y mi profesor de violonchelo ya me estaba esperando", dijo a Variety. "Era algo constante, y si podías en un fin de semana, si no estábamos rodando el sexto día de esa semana, era 'Muy bien, pues entonces, tendremos tus clases ese día'".
La secuencia del violonchelo de "Paint it Black" fue especialmente difícil de hacer, ya que Jenna tuvo que cambiar de profesor al trasladarse al extranjero para el rodaje, y la pieza estaba pensada para dos violonchelos, pero ella la hacía sólo con uno. "No dormí nada. Me tiré de los pelos", cuenta Jenna. "Hacia tantas llamadas de FaceTime que contesté a mi padre llorando histéricamente".
Jenna también dijo que "empezaron a quedarse sin tiempo porque Miércoles está en casi todas las escenas. Tuvieron que empezar a usar dobles de acción u ocasionalmente dobles de violonchelo si no tenían tiempo de conseguir manos, pero yo me empeñé en estar lo mejor preparada posible porque quería que pudieran usarme a mí misma, porque es mucho más creíble si puedes verte la cara", añadió.