JONATHAN BAILEY es un fan declarado de BROKEBACK MOUNTAIN

En 2005, el adolescente Jonathan Bailey salió del cine con el corazón acelerado y algo nuevo latiendo dentro. Acababa de ver Brokeback Mountain, la historia imposible entre dos vaqueros que reescribió lo que el amor —y el cine— podían ser.

Veinte años después, el protagonista de Fellow Travelers y rostro de Bridgerton recuerda aquel momento como un punto de inflexión. En una entrevista con Esquire, confiesa que la película lo marcó tanto que cambió el rumbo de su vida académica: dejó de escribir sobre el genocidio de Ruanda para dedicar su ensayo final a la representación de la homosexualidad en Brokeback Mountain.

“Quería entender por qué me había tocado tan profundamente. No sé si solo quería una excusa para volver a verla diez veces más —dice entre risas—, pero algo dentro de mí se activó”. Su profesor, el Dr. David Brunton, lo animó a hacerlo. Fue más que un mentor: fue alguien que lo vio sin filtros, que le dio permiso para ser. “Era inspirador. Me hacía sentir comprendido”.

La historia, sin embargo, tiene un giro amargo: Brunton se quitó la vida durante el año sabático de Bailey. “Fue devastador”, admite. “Pero sigo pensando en él, en las clases de Othello, en cómo me pedía leer con él… Cuando interpreté a Cassio en el National Theatre, sentí que todo se conectaba".