No hay otra palabra que mejor defina el arte de Vivienne Westwood. En este caso ha sido al supervisar a Andreas Kronthaler, director creativo y socio de diseño de Vivienne Westwood, el cual presentó su colección SS23 en la Semana de la Moda de París.
Kronthaler se ha inspirado en el dramatismo de Westwood y ha cogido elementos típicos de la insigne diseñadora. Desde el tartán a las plataformas pasando por el corsé. Pero esta vez el renacimiento Veneciano ha sido el eje central de la muestra. Las máscaras doradas aportaron la teatralidad necesaria para que el predilecto de Westwood no dejase de sorprendernos.
"Esta colección es mi sueño. No podía explicárselo a Vivienne, no lo sabía, sólo tenía que hacerlo. Salí de casa y pensé que estaba en París, algo en el cielo me hizo ver las ganas que tenía de estar allí", explica Kronthaler en una nota de prensa.
Una parte que debemos destacar es que una gran proporción de la colección es upcycling, demostrando así la sostenibilidad de la firma. Tan solo sus brocados y jacquards de seda proceden de un tejedor de seda de Inglaterra. "Siempre me gusta combinar lo nuevo con lo viejo. Por eso, incorporamos piezas recicladas de segunda mano de mi armario personal, viejas camisetas y sudaderas, chalecos y bragas", señala.
La nueva era de Westwood juega con el romanticismo y se va por los derroteros del volumen y del más, es más. Vestidos fluidos, tejidos transparentes y drapeados, piernas al aire y leggings oprimiendo algo más de la cuenta. Asimetrías que se recortan y que dotan de atractivo sexual a la mujer y hombre de esta década. Una magistralidad sin parangón que será estudiada en los libros de moda allá por 2097. Belleza en estado puro.