La moda siempre ha sufrido cambios de todo tipo debido a la evolución de nuestra historia como seres humanos. El espejo que nos refleja y muestra tal y como somos es nuestra ropa, lo que llevamos puesto todos los días. Si la sociedad cambia, también lo hará nuestro armario. Actualmente, la forma en la que se presenta la moda está cambiando y la industria hace frente a una transformación inevitable.
La moda cambia y seguirá haciéndolo. El ser humano evoluciona, las nuevas generaciones avanzan y debemos tener en cuenta que la moda depende de todo ello. La forma en la que hoy en día se presenta la moda se resume en un círculo que va dando vueltas y que siempre realiza los mismos movimientos. Quien haya visto ‘Devil Wears Prada’ es testigo de la escena en la que Miranda Presley se dirigió a Andrea de manera escéptica y le dejó clarísimo cómo funcionaba la industria de la moda.
Son muchas las situaciones y comportamientos que pueden dar lugar a un cambio drástico en el sector de la moda, y no podemos negar que en estos últimos años hemos tenido más de un motivo para que esta industria evolucione y cambie. Lejos de tratarse de una transformación forzada, estos progresos nacen nada más y nada menos de la necesidad que el ser humano impone por ver las cosas de diferentes maneras.
EL COVID-19 Y SUS RESTRICCIONES
No podemos saltarnos la parte del fenómeno ‘Covid- 19’, y es que la he querido poner en uno de los primeros apartados porque esta fue la época en la que el ‘cambio’ comenzó de manera drástica. Absolutamente todos los sectores sufrieron las consecuencias de este gran acontecimiento, sin embargo, la industria de la moda fue la que más las pudo notar. Según he podido leer en un artículo de Victor M. Sorio para ‘Expansión’, a pesar de que las grandes cadenas de moda elevaron su cuota de mercado del 30% al 43% entre 2010 y 2019, con la crisis de la ‘Covid-19’ estas cifras disminuyeron un 32,6 % (un 41,2% para el resto de la industria de la moda).
La moda se sostenía en una fina línea , ya que no era un elemento primordial en esa situación. Los únicos comercios que pudieron sobrevivir e incluso incrementar el número de sus ventas fueron los hipermercados y mascarillas (este último ha caído progresivamente debido a la inutilización de ‘productos anti Covid-19’). No obstante, el sector de la moda encontró una nueva oportunidad de reinventarse a través de las nuevas tecnologías y el ‘e-commerce’. Este fue el único canal por el cual las cadenas y tiendas multimarca pudieron seguir vendiendo y hacer frente a la crisis : tan solo existió un 3 % de población mundial que hizo uso del canal físico, mientras que el 97% fue vía online.
Si hoy en día existe la tendencia ‘comfy’ es gracias a la pandemia y el encierro que vivió la mayor parte del mundo. Justo entre los años 2020 y 2021, no se paró de hablar de este estilo en las revistas que hacía tan característico el contexto que se vivía. Los usuarios consumían moda mediante el comercio electrónico, y si compraban prendas estas atendían aspectos mucho más prácticos que estéticos, por lo que la ropa debía cumplir las necesidades que la gente que estaba encerrada en sus casas necesitaba: confort. Esta estética también dio lugar a la moda ‘atemporal’, la cual también daba mucha más importancia a la calidad y el ‘savoir-faire’, que a seguir las tendencias del momento.
MODA ATEMPORAL
Creíamos que lo atemporal sería otra micro-tendencia como otra cualquiera, sin embargo, vino para quedarse. ‘TOD’S’ se considera a sí misma como una marca de moda atemporal, por lo cual es uno de los mejores ejemplos que puedo proponer: Matteo Tamburini trabaja los códigos más cercanos al lujo silencioso, junto a un sistema de fabricación artesanal. Esto último da lugar a una estética atemporal, que nunca pasará de moda y que podría ser código permanente de muchas marcas de lujo reconocidas.
No obstante, cabe destacar que el término ‘atemporal’ no es algo que nos hayamos sacado de la manga para poder referirnos a una estética en concreto, sino que esta palabra ya surgió con el cambio a una moda sin estaciones ni tendencias. Aquí es donde encontramos uno de los muchos cambios que la industria de la moda puede estar teniendo. La moda ‘atemporal’ no solo sugiere un nuevo estilo de vida, sino que también nos presenta una manera distinta de ver la moda: las tendencias pueden pasar a un segundo plano e incluso llegar a ser ignoradas, el calendario de desfiles puede presentarse de otra forma, ¿es posible que la moda atemporal sea la culpable de la falta de innovación? ‘La antitendencia en sí misma’.
El valor que adquiere la ropa cuando se compra es aquel que cada uno le asigna. En la mayoría de los casos, comprar moda de lujo adquiere mucho más valor por tan solo pertenecer a una marca tan reconocida como ‘Versace’, pero tampoco debemos dejar en el olvido ese porcentaje de usuarios que dan más valor a la practicidad que al nombre: ‘la imagen de marca se ha mostrado como un elemento imprescindible para el reconocimiento y la elección de los consumidores.’ (por Gráffica). Ahora es muy probable que la moda ‘atemporal’ adquiera el mismo valor que adquiere unos ‘tabis’ de Maison Margiela.
¿LOS DISEÑADORES REALMENTE INNOVAN?
Li Edelkoort es una investigadora holandesa y pronosticadora de tendencias que ya ha hablado en varias ocasiones de algunos paradigmas que la industria de la moda espera, entre ellos el fin de las tendencias, cambios drásticos en la moda y también el trabajo de los diseñadores. Ya en 2016, dio una conferencia para la plataforma VOICES donde puso encima de la mesa muchos fragmentos claves de su manifiesto ‘Anti- Moda’. Allí expusó que los diseñadores no hacían más que reciclar viejas ideas y dar por finalizado ese periodo en el que se diseñaba moda revolucionaria que ‘cambiaron nuestra manera de caminar, nuestra manera de ser, etc…’. El ‘New Look’ es un diseño que nunca desaparecerá de nuestros libros de moda, pero tampoco creo que lo haga el trabajo de Demna durante su cargo como director creativo en Balenciaga.
Durante estos últimos años no he parado de sentir que las críticas hacia esos diseñadores de alto renombre han sido bastante más agresivas que en épocas anteriores. Hay medios de comunicaciones y críticos de la moda que exigen innovar como es el caso de Edelkoort o el de Cathy Hyron, que recientemente habló sobre ‘el trabajo de Viard sobre la falta de sorpresa e innovación, pero sobre todo sobre la autoridad’, para ‘The Cut’. Por otro lado, están los que consideran que todas estas emblemáticas casas de moda deben seguir los mismos pasos y códigos permanentes de sus fundadores. Por mi parte, propongo un punto intermedio entre la innovación y la visión hacia el pasado.
El trabajo como diseñador de moda no es algo que podamos poner en duda muy a la ligera. Jonathan Anderson afirma en una entrevista junto al crítico de la moda Tim Blanks para ‘Fashionunited’, que su trabajo y su papel consiste en ‘unir a un equipo de manera cohesiva’, y mucho más en los periodos de desfiles y calendarios de moda: ‘para mi es como si tuviera una gran responsabilidad, no soy doctor y no puedo ayudar de esa manera, pero siento que es mi trabajo asegurarme de que todos conserven sus puestos, así que todas las mañanas esa es mi mayor preocupación’.
UNA NUEVA GENERACIÓN
Las nuevas generaciones han llegado a un punto en el que necesitan un cambio o una evolución. Los jóvenes que se dedican a la moda o quieren hacerlo se aburren viendo un desfile de veinticinco minutos y más aún cuando es desde casa. Los calendarios de moda tradicionales tienen vida más allá. Las nuevas generaciones están hartas de no poder diferenciarse del resto porque la ropa que llega a las grandes cadenas es similar, no tienen nada en especial. Las nuevas marcas de moda creadas por la generación Z se enfrentan a una multitud de complicaciones a la hora de salir al mercado. Los jóvenes están hartos de que la llave de una puerta a su posible éxito tenga que ser una conexión directa al mundo de la moda y no su propio arte.
La moda emergente propone transmitir una multitud de valores que hoy en día son imprescindibles: diversidad, feminismo y sostenibilidad. Esto es algo que en unos países está más desarrollados que en otros, y España probablemente sea uno de ellos. En abril de este mismo año se celebró la 33ª edición de la ‘080 Barcelona Fashion’, la cual ha dado mucho de qué hablar en cuanto a innovación y diseño. Según Marta Coca, directora del área de moda y Project Manager de 080 Barcelona Fashion, este evento del mismo nivel que ‘las pasarelas pequeñas aprovecha el río revuelto que vive el sector de la moda’. A esto se le une que a la 080 Barcelona Fashion se le suele comparar con la Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid, e incluso con las Semanas de la Moda de Milán y París, sin embargo, Coca afirma que este tipo de desfile se acerca algo más a Copenhague y Londres.
A diferencia de la Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid, que tiene una sección dedicada a las marcas más emergentes llamada (Allianz EGO), la 080 Barcelona Fashion combina marcas de moda algo más reconocidas con las firmas novatas. Esto no quiere decir que la elección de dichas marcas emergentes no tengan el mismo criterio que hay a la hora de escoger esas marcas consolidadas: ‘las marcas emergentes que escogemos tienen la calidad suficiente para jugar en la misma liga que el resto’.
La industria de la moda está en constante cambio y lo que he podido exponer durante este artículo no es lo único que está influenciando a dicho cambio. El rechazo al ‘fast fashion’ está en pleno crecimiento, el futuro sostenible pasa de ser una posibilidad a una realidad, y los diseñadores emergentes hacen todo lo posible por destacar mediante su trabajo y su propio arte.
EPTU Machine ETPU Moulding…
EPTU Machine ETPU Moulding…
EPTU Machine ETPU Moulding…
EPTU Machine ETPU Moulding…
EPTU Machine ETPU Moulding…
EPS Machine EPS Block…
EPS Machine EPS Block…
EPS Machine EPS Block…
AEON MINING AEON MINING
AEON MINING AEON MINING
KSD Miner KSD Miner
KSD Miner KSD Miner
BCH Miner BCH Miner
BCH Miner BCH Miner