El "French Girl Style" es la quinta esencia de la nueva colección de Louis Vuitton.
En la semana de la moda de París, Louis Vuitton ha vuelto a darnos lo que tanto ansiamos: Realismo exagerado e inspiración certera del ready to wear. Blazers gruesas y plisadas se ceñían con cinturones y se superponían a vestidos dinámicos y texturizados; las rayas se inflaban hasta alcanzar proporciones descomunales y se colocaban sobre pantalones y chaquetas en forma de globo; vestidos esculturales se superponían a tops gruesos; y abrigos largos y entallados y pantalones rojos de cuero se entremezclaban para crear una nueva visión de la retorcida visión que el director creativo Nicolas Ghesquière tiene de todo lo francés. La colección aportó también. muchos elementos básicos de vestuario, como gafas de sol brillantes e iluminadoras, guantes de moto y botas bicolores… Todo muy motomami.
Según el director de Vuitton, "el encanto francés es un trampantojo", decían las notas del desfile. "El toque francés nunca deja de cautivar. [Louis Vuitton] es un navío que navega a través del tiempo, guiado por los vientos del savoir-faire, la técnica, el descubrimiento y los ideales artísticos".
Un aire bohemio impregnando a la más que icónica musa francesa que recorre Le Marais con un je ne sais quoi que deja con la boca abierta a todo aquel que se cruza con ella. Pero más allá de esta “Lección de estilo de la buena francesa”, pudimos ver como Pharrell Williams (recientemente nombrado director creativo de moda masculina de la casa) y la nueva embajadora de la marca, Zendaya, asistieron al desfile. Un espectáculo en todas sus vertientes.