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MALDITA BARRA y su primer aniversario: Arte, gastro y girlbosses on flames

  • Foto del escritor: Redacción Folie
    Redacción Folie
  • 3 jul
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 7 jul

Hay fiestas. Hay aniversarios. Y luego está el caos orquestado que fue el primer cumpleaños de Maldita Barra: el restaurante que nunca quiso ser restaurante y que ahora es altavoz cultural, cueva creativa y nuevo templo del mediterráneo.

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Desde las 19:00, el lugar ardía. Entran los nombres: Carlos Sadness, Ignacio Molins (YEC), Maria Chloé, Estela Alcaide (Mango), y una selección quirúrgica del nuevo poder creativo catalán. Gente que tiene algo que decir y que ya no espera invitación para decirlo. Una mezcla entre opening neoyorquino de los 2000, rave cool con aura feminista y showroom emocional. ¿El resultado? Más de 300 invitados, un cóctel de arte, vino natural, discursos no solicitados pero necesarios y gastro que te reconcilia con el hummus. Spoiler: aquí no se viene solo a comer. Aquí pasan cosas.

 


La anfitriona: Ana de Espona, fundadora de Maldita Barra, y ahora oficialmente musa de su propio ecosistema. Ella y su crew de girlbosses —Julieta Rueff, Alba Rocafort, Laura de Espona y Eugenia Soler— protagonizan una nueva oda al liderazgo creativo femenino. No con powerpoints, sino con pintura fresca, platos con nombres sin traducción y una visión clara: “Aquí no todo es perfecto, pero todo tiene alma”.

 

NATHALIE ROCAMORA
NATHALIE ROCAMORA

Lo que empezó como un “bar con concepto” hoy es una marca existencial. Ana no abrió un restaurante: abrió un nuevo universo.

 

Las cinco mujeres que están reescribiendo las reglas del juego con cada paso (Julieta Rueff, Ana de Espona, Alba Rocafort, Laura de Espona y Eugenia Soler) fueron inmortalizadas en directo por Sandra Modrego, artista visceral, que pintó su retrato colectivo como quien hace exorcismo en vivo. La obra ya forma parte del restaurante. Nada de eso fue casual.

 


MALDITA GALLERY IS COMING

 

La nueva ala cultural, Maldita Gallery, abrirá como epicentro de experiencias artísticas, performances en loop, pop-ups que se huelen antes de entrar y exposiciones de gente que todavía no sabes que necesitas conocer.

 

Este espacio fue alguna vez propiedad de Pepita Teixidor, pionera del modernismo catalán, feminista antes de que la palabra fuera trending topic y primera mujer con busto en el Parc de la Ciutadella… El legado no es casualidad. Ana de Espona lo toma y le mete beat, voz propia y un futuro que no pide permiso.

 

 

 

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