MM6 MAISON MARGIELA x TIMEX FW25: cuando la hora se convierte en dorada

MM6 Maison Margiela y Timex vuelven a conspirar, y esta vez no se conforman con “reinterpretar” un clásico: lo secuestran, lo desarman y lo remachan de nuevo en oro como si fuese una reliquia encontrada en un laboratorio abandonado de los años 80.

El T80 renace, pero no como reloj: como declaración de intenciones. Una reliquia digital convertida en objeto de culto, empapada del maximalismo silencioso de Margiela.

La colección cae en dos artefactos: el T80 Gift Set y el T80 Ring Watch. Ambos bañados en ese dorado que no es elegante ni discreto —es descarado, casi sarcástico—, una especie de brillo que no pide permiso ni perdón. MM6 lo convierte en una subversión silenciosa: transformar lo “común” en algo que de repente parece vivir fuera de las normas humanas.

El T80 Gift Set mantiene su silueta clásica, pero retorcida al estilo Margiela: un espejo digital que es más máscara que pantalla, números que desfilan de 0 a 23 como si el tiempo fuera un sistema arbitrario, y un 6 marcado con un halo, el típico gesto críptico de la Maison para recordarte que todo aquí tiene un código… y tú probablemente no lo entiendes del todo. Cronógrafo, alarma, INDIGLO: sí, las funciones siguen ahí, pero ahora parecen relictos de una era pre-irónica.

Luego llega el T80 Ring Watch, la pieza más deliciosamente absurda del dúo. Un reloj en forma de anillo, dorado hasta el exceso, que redefine —o destruye— la forma en que se “debería” llevar la hora. Ya no está en tu muñeca: está en tu dedo, como un gesto casi performático. Tiempo como accesorio, tiempo como chiste, tiempo como statement.

Toda la colección respira esa estética de MM6 y ya está disponible.