La reina absoluta del clan Kardashian ha salido a padre en eso del carácter.
North West está harta de los paparazzi. Por desgracia para la niña de nueve años, su madre es la mujer más famosa del mundo y su padre es un expendedor diario de titulares. Aún así, ella no va a dejar de intentar que los paparazzis dejen de acechar a su familia.
El pasado 2 de agosto, North West y su madre Kim Kardashian fueron vistas en una de las clases de arte de North en Westlake Village, vestidas de pies a cabeza en Balenciaga, como de costumbre. Presumiblemente agotada por ver tantas cámaras que la siguen por todo el mundo, North sacó la lengua a la pandilla de fotógrafos que la esperaban fuera mientras entraba y salía del edificio.
Pero todo fue por diversión. Kim apartó a su hija y pronto se fueron a la siguiente aventura. El hecho de provocar a los fotógrafos con descaro no es necesariamente inusual para North. En París, en la semana de la moda, la primogénita del clan Kardashian- West hizo una señal de "STOP" a los paparazzi que la fotografiaban mientras estaba sentada en el front row de Jean Paul Gaultier.
Aunque para desgracia para la pequeña, nadie dejó de filmar ni de hacer fotos. No seremos nosotros los que critiquemos la labor de los paparazzis, pero tenemos que hacer la reflexión de si una niña de nueve años tiene que estar tan expuesta, si es necesario tener imágenes de cada uno de sus pasos o si podemos esperar unos cuantos años para que pueda vivir su infancia en libertad.
Mientras tanto ella, sigue la estela de su padre y ya se postula como sucesora de su reinado. Tal es su creatividad que estamos seguros que una collab con Yeezy está a la vuelta de la esquina.