El dueño debería estar tirándose de los pelos.
Banksy acababa de dar los últimos retoques a su última obra de arte en una granja abandonada de Kent, Inglaterra, cuando poco después de terminarla, un equipo de construcción demolió el edificio. La obra, titulada Morning is Broken (La mañana está rota), mostraba la silueta de un gato y la de un niño con los brazos extendidos abriendo dos planchas de hierro en ruinas, que tenían forma de cortinas.
El escurridizo artista callejero confirmó la obra en Instagram ayer, 16 de marzo, pero no está claro si conocía el destino de la casa. El equipo de construcción ciertamente no estaba al tanto, ya que George Caudwell, uno de los contratistas a cargo dijo a KentOnline que no tenían "ni idea de que era un Banksy" y se sintieron "enfermos" al darse cuenta.
"Empezamos a demolerlo ayer. El propietario del terreno nos vio hacerlo y tampoco lo sabía", añadió Caudwell.
Se escuchan los llantos desde aquí.
Comments