El consejero delegado de adidas, Bjørn Gulden, habló abiertamente sobre la gran incógnita que se cierne actualmente sobre la empresa: qué hacer con el inventario sobrante de YEEZY, valorado supuestamente en unos 1.300 millones de dólares.
Destruir las existencias supondría un duro golpe para el balance de la empresa y sería perjudicial para el medio ambiente, venderlas podría causar graves daños a la reputación de la empresa, y donar las zapatillas conlleva sus propias complicaciones si se tiene en cuenta su alto valor de reventa.
"La gente que dice que enviemos los zapatos a Turquía o a algún lugar donde la gente no tenga zapatos o donde haya ocurrido una tragedia, creo que estarán de acuerdo en que no son zapatos normales", afirma Gulden. "El valor del producto no es el valor físico de los ingredientes. Es una marca y una mercancía que se vende a un precio elevado". Otra opción sería vender las acciones a un comprador externo, una opción plausible pero que conlleva riesgos para la reputación."Te puedo decir que desde que empecé aquí, probablemente he recibido 500 propuestas de negocio diferentes de personas a las que les gustaría comprar el inventario", dijo Gulden. "Pero, de nuevo, eso no será necesariamente lo correcto. Si no puedes vender y no puedes destruir, ¿cuál es tu opción?", dijo Gulden. "Por eso no hemos tomado una decisión al respecto, porque es un tema muy complicado".
Independientemente de los tiras y aflojas entre Ye y adidas, Gulden quiso alabar al rapero. "Si te fijas en ese negocio, no hay duda de que [Ye] es una de las personas más creativas que ha habido en el planeta", dijo Gulden. "Creo que la forma en que esto se llevó al mercado es probablemente el mejor trabajo de salida al mercado que cualquier marca ha hecho y es muy triste que esto se esté desmoronando".