Eso mismo ha revelado su diario. En este se conocen sus reflexiones sobre la vida y pensamientos sobre sus actuaciones.
No podemos imaginar las emblemáticas películas de Harry Potter sin la extraordinaria interpretación del fallecido Alan Rickman como el estremecedor Severus Snape. Pero podría haber sido una realidad y nuestro corazón está llorando por dentro tan solo con imaginarlo.
Tal y como revelan los extractos del recién publicado Madly Deeply: The Diaries of Alan Rickman, el actor tenía dudas sobre si volver a participar en cada una de las ocho entregas de la franquicia cinematográfica.
Antes del rodaje de “Harry Potter y la Piedra Filosofal”, escribió que "no sentía nada por HP, lo que me preocupa mucho". Tras el estreno de la segunda película, siguió escribiendo: "Reiterando que no hay más HP. No quieren oírlo". No fue hasta 2005, antes del estreno de la quinta entrega, cuando Rickman pareció hacer las paces con su regreso al papel. Ese mismo año se le diagnosticó una rara forma de cáncer de próstata y, tras rigurosas cirugías, escribió: "Finalmente, sí a HP 5. La sensación no es ni hacia arriba ni hacia abajo. El argumento que gana es el que dice: 'Sigue adelante. Es tu historia'".
El actor también escribió que después de leer el último libro de Harry Potter, “Harry Potter y las reliquias de la muerte”, apreció el "rito de paso" de Snape.
Rickman reservó sus mayores elogios para Alfonso Cuarón, el director ganador del Oscar por “El prisionero de Azkaban”. Creía que Cuarón había hecho un trabajo extraordinario y escribió: "Es una película muy adulta, tan llena de audacia que me hizo sonreír y sonreír. Cada fotograma es obra de un artista y narrador".