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  • Foto del escritorRedacción Folie

BALENCIAGA Couture: DEMNA tira de contactos

Balenciaga Couture presentó hoy su segundo desfile a cargo del modisto Demna Gvasalia, y sobre la pasarela lucieron sus obras de arte estrellas de la talla de Dua Lipa, Kim Kardashian, Nicole Kidman, Naomi Campbell o Bella Hadid.

A parte de todo esto cabe destacar que Balenciaga ha sido capaz de hacer un desfile upcycling, es decir, al completo con materiales reciclado. El diseñador georgiano ha conseguido hacer mucho con muy poco y le ha dado una vuelta de tuerca a los valores de la maison, siendo de este modo su principal estrella creciente.


Atrás quedaron aquellos momentos donde el diseñador se inspiraba en la figura de Cristóbal Balenciaga para crear. Ahora tal y como ha afirmado: “Esta colección es más mía. En la anterior había mucha herencia. He querido mirar menos y sentir más. Seguir mi instinto”, sostenía.


Parecía una fiesta inundada de una psicodelia futurista, ya que el desfile se abrió con una veintena de figuras enmascaradas y las siete primeras vestidas de neopreno: desde bodys escafandra hasta vestidos de escafandra japonesa acampanados y grandiosas botas al muslo de cuissarde. El neopreno se coló incluso en los trajes de Organization Man. Entre medias, la colección cambiaba de marcha con frecuencia, toda una graduación de la forma en que Demna ve la alta costura que incluía prendas streetwear con bien de volumen. Un entrever del mundo de un genio.


Pero el futuro acabó volviendo al pasado. A los inicios de Cristóbal Balenciaga de cuando vestía a las infantas de la Familia Real española. En definitiva, una fiesta sin control.


Después del desfile, los invitados se dirigieron a la nueva tienda de concepto de alta costura, situada en el número 10 de la avenida George V, el edificio donde Cristóbal abrió por primera vez hace más de ocho décadas. "Mucha gente me preguntó después de nuestro primer desfile de alta costura, '¿cómo se compra la alta costura? Mucha gente de esta generación más joven y de los clientes que vienen realmente no lo saben. Así que necesitábamos un espacio en el que pudieran salir con algo de la boutique o concertar una cita en el salón para tener una experiencia a medida", explica Gvasalia.


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