¿Todo vale por minimizar la controversia que canceló a la firma recientemente? Lo anuncia antes del próximo desfile de Demna en la Semana de la Moda de París.
Cuando Balenciaga lanzó su controvertida campaña SS23 el pasado noviembre, el futuro de Demna en el mundo de la moda estaba pendiendo de un hilo. Se le acusó de banalizar los abusos a menores y de promover una agenda satánica al publicar imágenes publicitarias de osos de peluche en situación de servidumbre y documentos impresos en los que se detallaba una decisión del Tribunal Supremo sobre pornografía infantil. La creatividad ya no era excusa.
Tuvo que emitir unas disculpas mayúsculas, pero no rodaron cabezas. Ahora, Balenciaga ha reforzado la disculpa que hizo inicialmente mediante la difusión de una asociación de tres años con National Children’s Alliance. "El apoyo de Balenciaga permitirá a la NCA formar a cerca de 2.000 profesionales especializados en el maltrato infantil y se calcula que hasta 55.000 niños se beneficiarán al recibir atención sanitaria mental basada en pruebas a lo largo de los tres años del programa", rezaba el comunicado.
La coalición se centrará en tres áreas clave de la seguridad y el bienestar: aumentar el acceso a la formación cognitivo-conductual basada en el trauma; educar al personal de Balenciaga sobre la mejor manera de salvaguardar a los niños; y sensibilizar al público sobre lo que constituye una infancia feliz y sana.
"Puede significar la diferencia entre la vida y la muerte, por eso el apoyo de Balenciaga y de la Fundación Kering a este programa es tan urgentemente necesario", dijo Teresa Huizar, Directora Ejecutiva de NCA. "Hemos escuchado y aprendido mucho a través de esta experiencia, y queríamos ayudar a tener un impacto positivo y duradero en los niños y su futuro que necesitaban apoyo, pero carecían de acceso", añadió Cédric Charbit, Consejero Delegado de Balenciaga.
Un win win en toda regla. De algo malo ha salido algo más que bueno.
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