Virginie Viard recrea el imaginario de Mademoiselle Chanel. Una oda a toda su creatividad y savoir-faire.
Virginie Viard se inspira en elementos de colecciones emblemáticas de la época de esplendor de Chanel. La colección se remonta a los años 30 y 70, con una amalgama de las piezas clásicas de Coco Chanel y la decoración "gráfica" de la que más se interesaba Karl Lagerfeld.
Pharrell Williams abrió el desfile de París a puro ritmo techno, que rápidamente se transforma en un escenario sereno y dramático que permite centrar la atención en los propios looks.
Esta nueva colección muestra los vestidos largos y los trajes en la forma en que Mademoiselle Chanel los interpretó originalmente en la década de 1930. Las siluetas son elegantes y femeninas, con longitudes hasta los tobillos y pliegues ondulantes. Los elementos de textura son escasos pero elegantes: el encaje se esconde en los detalles, y el tweed por excelencia de Chanel crea conjuntos de chaquetas atemporales inspirados en los años 30.
La colección se compone de tonos excéntricos inspirados en los años 70, como el tweed verde brillante, los conjuntos de traje caqui y la abundancia de beige, rosa, negro y plata. El desfile se celebró en el centro ecuestre Etrier de París, creando un ambiente ecuestre que contrastaba con la paleta de colores femenina y las siluetas vaporosas de Viard. Viard también optó por incorporar calzado de inspiración ecuestre, como botas vaqueras (que se combinaron con faldas largas drapeadas) y zapatos de tiras.
FRONT ROW
Keira Knightley, llegó al desfile de Chanel con un LBD de terciopelo y encaje de cuello alto de Chanel. Le acompañaron en la primera fila la oscarizada actriz francesa Marion Cotillard que acudió con un conjunto más informal, compuesto por una camisa de rayas de Chanel y una minifalda negra. Sigourney Weaver, Clemence Poesy y Maggie Gyllenhaal completaron la plana de superstars en el runway de la maison.