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  • Foto del escritorPablo Aragón Blanco

COVER STORY w/ CARLOS CUEVAS: “Me encanta mi oficio y me cae muy mal mi industria”

“Nunca me afiliaría a un partido fascista”

Resuenan en mi cabeza tantas de las frases que ha pronunciado Carlos Cuevas (27 de diciembre de 1995, Moncada y Reixach) que resumir este tête à tête es tarea imposible. Ha sido de esas epifanías que pocas veces se viven, una conversación que te hace creer en el mundo, en la esperanza del ser humano y en dónde está el lado de la verdad. Quizás algunos piensen que es demasiado excesiva esta afirmación, pero desde un punto de vista totalmente subjetivo he visto en Carlos a un hombre que quiere cambiar el mundo desde el arte, un hombre que lucha por las injusticias, y un hombre que tiene discurso.


En él he podido ver una sinceridad absoluta, nada de bienquedismos ni respuestas estudiadas para quedar bien frente a la cámara o lo que se tercie. Fiel creyente de dinamitar las fronteras, activista comprometido a la sombra y tal y como bien dice, “en constante construcción”. El mundo sería más bonito si existiesen más Carlos Cuevas.


SIN PREJUICIOS


“Me alegro mucho cuando veo personajes que no son tan normativos compartiendo escena conmigo o brillando en otros proyectos”

Total Look CALVIN KLEIN

Tu personaje en Merlí ha sido icónico y un referente a las nuevas generaciones, ¿cómo te sentiste la interpretarlo?


Súper orgulloso y fue un personaje que fue creciendo conmigo, del que aprendí muchas cosas. Para nosotros el fenómeno “Merlí” siempre fue una sorpresa tras otra. Era una serie autonómica de TV3 y en ningún caso se esperaba que viajara ni que tampoco se consolidara de tal manera. Cuando se fue haciendo grande y cuando mi personaje fue cogiendo más empaque y siendo más referente, en lugar de achantarme o de hacerme pequeñito, me reforcé de autoridad y autoestima. Tenía muchas más ganas de rodar y de ver nuevos guiones. Todavía me para gente por la calle y me dicen que gracias a la serie hablan de ciertas cosas en casa. Ha sido una llave para desencajar conductas familiares. Esto me hace estar muy orgulloso y contento. En definitiva, Pol es un chaval que, sin tener muchos recursos, es un referente por sus actitudes, por sus reflexiones y por su interés en la filosofía.


“No partimos todos del mismo suelo o de la misma salida de meta”


Jersey GCDS; Pantalón CALVIN KLEIN

En el spin off en Sapere Aude se habla sobre el VIH. ¿Hay un estigma social?


Hay muchísimo estigma. Yo mismo lo tenía desde la inexperiencia cuando me lo contaron por primera vez. Pregunté: Pero ¿tiene el SIDA?, y me dijeron no tiene el SIDA, tiene el VIH que no es lo mismo. A partir de ahí, leí muchísimo, vi pelis y me documenté con médicos. Me lo tomé muy en serio. Por supuesto hay estigma. La gente no sabe lo que es ser indetectable, la gente no sabe que la gente hoy en día la que la gente que tiene el virus no lo puede contagiar si está bajo un tratamiento. Aún nos queda la idea esta de los 80 y de los de los 90, de que la gente se moría. No se ha contado este virus desde la salubridad, desde un lugar sano. Hay como una reacción muy común respecto a la culpabilidad, de algo habrás hecho mal. Casualmente es un virus muy relacionado al colectivo LGTBIQ+ y les ha ido de puta madre para estigmatizarlos y para que llamarles viciosos, promiscuos, que tienen relaciones sexuales perversas … será que las personas heterosexuales no han tenido relaciones de riesgo o sin protección… El trabajo está en ser didáctico ahí y en hacer un activismo donde no se culpabilice a nadie, donde no se estigmatice a nadie y se acompañe a las personas, sobre todo porque la ciencia ha hecho un trabajo en paralelo brutal y la gente ya no se muere de esto.


Has hablado del colectivo LGTBIQ+, también interpretas en “Smiley” a otro personaje LGTBIQ+ ¿qué tiene Alex de ti? ¿Te traen los personajes del colectivo o te atrae la historia?


Es un poco casual. No es que yo tenga 10 personajes y siempre escoja esta peculiaridad o esta característica. Se ha ido un poco dando. Yo siempre priorizo las historias que contamos y la complejidad de los personajes. En este caso Pol en “Merlí” era bisexual y Alex en “Smiley” es abiertamente y desacomplejadamente gay. Escogí los proyectos por el arco de los personajes, por la historia que contaban, por el peso que tienen en el proyecto, por el mensaje...

Alex es uno de los personajes más diferentes que me que me ha tocado interpretar a mí en la vida. Tiene muy poquito de mí. Yo no tengo ese cuerpo. Yo no trabajo de noche. Creo que Álex es un tipo mucho más desacomplejado, mucho más disfrutón, más hedonista. Yo soy más cabezota, reflexivo, más prudente y él es un poco más vividor. Tiene de mí la nobleza de cuidar de los amigos y de su entorno. Es un tipo muy noble y muy sensible.


“Cuando estreno cosas me desinstalo las aplicaciones durante un mes”


¿Ser objetivamente guapo te ayuda a conseguir papeles o por el contrario es un lastre?


Pues mira, me encantaría decir que no, pero estaría mintiendo como un bellaco. La industria fomenta un tipo de bellezas, unas normatividades, unos cánones estéticos que son un constructo. Los cánones apolíneos priman en esta industria por encima de otros… A ver cuando se empieza a dar la vuelta la cosita que se está haciendo poquito a poco. Me alegro mucho cuando veo personajes que no son tan normativos compartiendo escena conmigo o brillando en otros proyectos. Me parece muy antigua esta idea de la belleza y esta jerarquía en los proyectos. Entiendo que en las historias siempre los protagonistas suelen ser canónicamente bellos porque atraen a un público que financia las cosas.


¿Quién es la persona de la que te has rodeado que más talento tiene?


Oriol Pla es un actor talentosísimo. Es un animal escénico tanto en audiovisual como en el teatro. Trabajar con Oriol es otra liga, y siempre es un gusto verlo en escena. Te diría 200.000 más como Alexandra Jiménez que es una actriz superdotada, con una capacidad de concentración, con una brillantez en sus decisiones, con un imaginario…

Total look HUGO BOSS

Se habla que en Hollywood hay un cupo ahora en las series de televisión y en las películas de personajes LGTBIQ+, personajes racializados, con cuerpos no normativos… ¿Crees que debe existir este cupo o simplemente el arte es arte y no se deben poner normas para hacer arte?


No lo sé, es una pregunta muy compleja. A priori estoy a favor de la discriminación positiva hacia colectivos que han sido apartados a lo largo de la historia, pero también a la vez creo en la en la libertad de un autor para contar una historia si eso no va en contra de lo que está contando. Estoy de acuerdo con que se instauren los estándares, pero siempre y cuando sumen a la historia.

¿En algún momento te has planteado cruzar el charco e ir a Hollywood?


No, no ha sido nunca una obsesión. Prefiero cultivar esta parcelita muy bien y que se dé lo otro cuando tenga que llegar, pero no es una ambición presente. Si pasa, para allá que voy porque me siento preparado. Al final las plataformas de streaming han dinamitado las fronteras.


Si yo ahora mismo tuviese una especie de varita mágica y te pudiese dar cualquier tipo de personaje, ¿cuál elegirías?


Pues mira un personaje que tenga que ver con un conflicto social. A mí el cine de autor es el que más me interesa, el que más me interpela. Te diría un personaje que cuente cosas que yo vería como espectador, que cuente historias con las que comulgo.


“Estoy a favor de la discriminación positiva hacia colectivos que han sido apartados a lo largo de la historia”


¿Has querido dejarlo en algún momento?


Ni por asomo.


¿Alguna vez has tenido el síndrome del impostor?


No, tampoco. Lamentablemente les pasa a muchos compañeros y compañeras de profesión. Cuando me llega un proyecto gordo, me siento preparado para ello siempre. Soy un poco como un torero, cuando abren la puerta del ruedo y sale el toro, es cuando me crezco.


Tienes las ideas súper claras…


No, no… Soy muy reflexivo y como las pienso mucho las terminó teniendo claras, pero me cuesta mi trabajo. Hay algo que reivindicó mucho últimamente, el cambiar de opinión. A lo mejor de aquí dos años me hacen una entrevista, me hacen la misma pregunta y respondo lo contrario.


¿Te afectan las críticas de tu trabajo?


Me enfadan ideológicamente porque no entiendo como alguien puede generar ese tipo de discursos, pero a mí no me afectan personalmente porque no las busco, las esquivo de hecho. No miro redes. Cuando estreno cosas me desinstalo las aplicaciones durante un mes, no quiero ver nada, no quiero ver nada porque lo bueno también te puede subir los humos porque tienes que ser un cyborg para que no se te hinche el pecho y lees comentarios negativos hacia ti y tienes que ser un cyborg para que no te agobies. En mi trabajo yo quiero hacer feliz a la gente, contar historias… No hago cine para destruir vidas, hago cine para animarlas.


“Me da mucha pereza el narcisismo”

Chaqueta MANS CONCEPT WEAR; Pantalón HUGO BOSS

La anécdota más loca que hayas tenido en tu carrera.


No sé… Rodar con Carmen Maura es increíble. Ahora vengo de hacer una cosa muy chiquita con Almodóvar… Me están pasando cosas en mi curro que son especiales y son inolvidables. Pero hay algo que se me ha quedado en la memoria. Cuando estaba rodando “Smiley”, me vino un chico trans y me dijo: ‘Hola, me llamo Pol por tu personaje en “Merlí”, mi nombre de chico he escogido que sea Pol por tu personaje’. El activismo está ahí, hacer que pasen cosas con tu curro y es una de las anécdotas más bonitas que me han pasado.


¿Cómo te has sentido al formar parte del universo de Almodóvar y al poner voz en su libro?


Al ser actor español lo más gordo a nivel emocional es que te llame Almodóvar. Es un puto mito andante. Es la figura más importante de nuestro cine. Él me trató increíble con una educación y un cariño bárbaro. Me siento súper privilegiado, ha sido un regalito precioso, muy sencillo, pero además muy íntimo. Leo un capítulo sobre la muerte de su madre que lo escribe en primera persona y cuenta unos detalles muy concretos. Es una parcela suya muy íntima que la intento contar con mucho respeto.


¿Cuál es el techo de Carlos Cuevas?


No hay techo. Si este es el techo no me sirve. Estoy súper cómodo con el lugar en el que estoy y me siento súper privilegiado respecto a compañeros de profesión y respecto a mis propias expectativas cuando yo empecé en esto, pero cada año me salen deseos nuevos y quiero inputs nuevos. El techo no tiene que ver con algo muy grande o muy mediático, tengo muchas ganas de hacer teatro y aprender muchísimo. Pero donde me llamen iré.


“Me da mucha rabia que me sexualicen porque me tomo muy en serio mi trabajo para que luego solo se hable del cuerpo”


¿Con quién matarías por trabajar?


Matar nunca porque yo y la violencia no nos entendemos. Con Icíar Bollaín, con Carla Simon o con Albert Serrá. Con gente que quiere contar una historia y que se pasa un rato escribiendo un guion y pensando como lo rueda. Quiero ser Juan Diego Botto, es uno de mis grandes ídolos. Me flipa como actor, como director es buenísimo, políticamente comprometidísimo. Me parece elegante a morir. Me parece un súper referente.


¿Te ves contando historias?


Sí, tengo muchas ganas de dirigir.


¿Algo que me quieras contar?


Ya estoy ahí, ya estoy escribiendo... Quiero empezar a hacer pinitos. Es algo muy natural como actor que después de que te dirijan durante muchos años, llega un momento en que quieres dirigir. Dejarse dirigir es aprender muchas cosas, pero también es renunciar a muchas ideas propias, porque a veces tú propones 10 ideas que el director o la directora no ve.


¿Has notado que otros actores en tu círculo han dicho ‘Joder, es que a Carlos le va muy bien’?


Sí y es algo muy humano y probablemente algo inevitable, pero el trabajo está si esa persona quiere hacerlo de un lugar bonito o quiere sacar bilis. También está en ti tener la empatía de entender eso y no indignarte muchísimo. Es una rueda infinita. Cada uno tiene su carrera. A mí también me gustaría tener la carrera de Tom Holland o de Timothée Chalamet por ejemplo. Esto no es una carrera, es un paseo por el bosque. Hay actores que han petado muy jóvenes y luego han desaparecido y al revés. Gente que ha explotado con 50 años. Mira a Luis Zahera, no ha parado nunca de currar, pero en estos últimos años lo reconocen. Nunca se sabe. Yo me formó un montón, hago cursos de interpretación, veo mucho teatro, aprendo idiomas para cuando me toque… Hay que estar preparado para lo que te venga. Para “Smiley” me tuve que poner fuerte.


Pero no te gusta mostrar tu cuerpo…


Me da mucha rabia que me sexualicen porque me tomo muy en serio mi trabajo para que luego solo se hable del cuerpo. Yo no estoy ahora como “Smiley”, es que ni lo quiero, eso era una exigencia y una pérdida de tiempo brutal. No me gusta ese tipo de vida. Me gusta enseñar mi cuerpo si tiene que ver con lo que estamos contando y sobre todo si no hay una mirada perniciosa alrededor. Si quieres contar una historia, sí. Si me quieres de ver desnudo, no me interesa. Estoy súper orgulloso de mi cuerpo, no tengo prejuicios como mi cuerpo, pero quiero que se me valore por mi trabajo porque es lo que me curro de verdad.



¿Cómo eres?


En constante construcción. Soy alguien reflexivo, disciplinado, responsable, pero también soy gamberro. Supongo que la gracia es el cóctel de todo. Intento estar comprometido con las causas que me interesan, intento cuidar de mi entorno. Soy un tipo centradito.


¿Te consideras una persona normal o una estrella?


Muy normal. Mi vida es súper normal lo que pasa es que mi trabajo es poco usual, lo quiere mucha gente, tiene muchos privilegios, pero mi día a día es mega normal. Tengo un trabajo que me gusta mucho al que mucha gente quiere acceder y algo debe haber de talento más el curro que me pego, pues salen frutos. Aunque la meritocracia es el invento del capitalismo por excelencia… El “Si tú trabajas mucho va a llegar…” O no, porque el mundo está lleno de impostores y también de gente buena que no llega o no ha llegado.


¿Te gustaría que la meritocracia fuese real?


Me gustaría que fuera un poco más real, supongo que de ahí nacía el sueño americano, pero era una farsa. Lamentablemente partimos desde casas diferentes, desde entornos diferentes. Hay gente que no puede ser director de cine porque no tiene dinero para pagarse una escuela privada de cine. No partimos todos del mismo suelo o de la misma salida de meta.


La última vez que lloraste.


Ayer. Soy muy llorón... De pequeño en casa me decían: ‘Ya ha abierto el grifo’. Ayer fui a terapia por la tarde, toqué cositas y…


¿Cuáles son los valores que más te importan al conocer a una persona?


Que no habla de ella todo el rato. Si alguien escucha o no, lo ves enseguida.


¿Estás rodeado de mucho ego?


En mi vida no, en mi profesión sí. Me da mucha pereza el narcisismo. A mí me gusta hacer cosas, no contarlas.


Algo que no soportes.


La frivolidad.


¿Crees que hay mucha?


Sí, sí, vivimos en la era de la estética, de la instantaneidad. A mí me encanta mi oficio y me cae muy mal mi industria.


No te imagino muriéndote por ir a un evento o por ir a una alfombra roja…


No he ido nunca un evento. Y las alfombras rojas incluso cuando son mías, me agobian un montón. Me generan un estrés que flipas, por eso intento rodearme de un equipo que me ayude y que se encargue de eso por mí. Forma parte de mi profesión, pero mi oficio termina cuando dicen has terminado el rodaje de la película. Luego hay cosas que son consecuencia de mi oficio, las entiendo, me las curro un montón, porque quiero que todo lo que hago me represente. Intento no estar incómodo con ningún paso que doy y hay veces que está parafernalia me hace sentir incómodo porque me siento fuera del agua. Ahí sí que tengo el síndrome del impostor.


¿Qué es la fama?


Una consecuencia muy privilegiada de tu trabajo, pero un dolor de cabeza que atenta directamente contra tu intimidad. El reconocimiento de tu trabajo es maravilloso. La fama no tanto.

Cárdigan TOMMY HILFIGER; Pantalón HUGO BOSS; Zapatos TOMMY HILFIGER

“Los grandes cambios y las luchas deben ser transversales y ser acompañadas desde la ideología y no desde la identidad”


¿Qué no harías nunca?


Afiliarme a un partido fascista.


¿Qué opinas de tolerar la intolerancia?


He aprendido muchas cosas de gente que pensaba diferente a mí y es súper guay. También es muy estimulante y te hace llegar a lugares porque siento que aprendo cosas nuevas cada año. Cosas que decía el año pasado, pues igual no las pienso tanto porque voy como explorando los márgenes, pero mi línea está en los derechos humanos. Hay cosas con la que no se negocian y ahí me pongo muy intransigente, pero me gusta escuchar.


¿Cuál es tu mayor miedo?


Aburrirme.


¿Qué es lo que realmente te hace perder los nervios?


La violencia me bloquea. La violencia no tanto entendida como física, que también, los perfiles agresivos… somos agua y aceite.

¿Cómo seduce Carlos Cuevas?


Poniéndome al servicio de y escuchando mucho. Interesándome mucho por la otra persona, interesándome de verdad, queriendo conocer.


No paro de escuchar a mis grupos de amigos y amigas que necesito que un hombre me escuche y cuando has dicho eso he pensado… ¿Carlos Cuevas es el hombre definitivo? ¿Es esa nueva masculinidad de la que tanto hablamos?


(Se ríe) Carlos Cuevas es un chaval que no ha nacido en el año 60, que ha aprendido cosas. Lee, escucha, va a terapia y está en constante formación ya que me quedan muchos prismas. Me queda mucho por aprender, pero cada año pienso que soy mi mejor versión.


Hablas mucho de la terapia, ¿es muy importante para ti?


Es un apoyo. Es un drenaje, un desahogo que me da muchas herramientas. Te da los mecanismos para entender por qué hacemos lo que hacemos, saber cambiarlos y saber de dónde vienen. Voy tres veces al mes y me va súper bien porque me entiendo y me corrijo.


¿Carlos Cuevas se quiere?


Un montón. No soy mártir, ni víctima. Me tengo que acompañar muchos años, ya me puedo querer... Hay que quererse y acompañarse.


Causa social en la que creas que deberías estar involucrado 100%


Me salen 200. El feminismo, el antirracismo, el ecologismo, el proceso migratorio…


¿Cuál te llama más?


No intento defender las luchas desde la identidad, sino desde la ideología, no pertenecer a un colectivo o no ser mujer o no ser parte del colectivo LGTBI o no ser una persona racializada, no te debe eximir ni excluir de una lucha en la que estás convencido ideológicamente. Los grandes cambios y las luchas deben ser transversales y ser acompañadas desde la ideología y no desde la identidad porque entonces se mira el mundo desde un prisma muy mucho más chiquito del que puede ser.


¿Crees que usar tu voz es importante para el mundo?


No, no, porque no quiero darme esta importancia… ¡qué presión! Entiendo que tengo un altavoz muy privilegiado, que a veces me apetece y me parece muy bien usar, pero no quiero tener esa presión sobre los hombros porque no soy perfecto. Cambio de opinión. No me quiero abanderar de ninguna causa ni ir de profeta, pero sí que soy consciente el altavoz y si a veces puedo echar un cable en causas que yo considero nobles, ahí voy.

Si ahora mismo te diesen un altavoz enorme para hablar a los 8 billones de personas que habitan el planeta, ¿qué dirías?


Abrid las fronteras.


¿Qué opinas de la cultura de cancelación?


Que no existe. Es un término que se han inventado hombres agobiados para estigmatizar el hecho de que la gente hable sobre sus conductas horrorosas y le han puesto un nombre y le han rodeado de una leyenda negra de brujería para castigar esas personas que hablan. Si hubiera política en la cancelación Plácido Domingo no hubiera vuelto a cantar. Hay gente que pierde X privilegios y se comentan cosas de él por lo bajini, pero no creo que a mucha gente se la haya tirado de la moto de verdad. Cancelar es cancelar. Una cosa es pérdida de prestigio, estar en boca de todos y que haya rumores, pero todos sabemos gente que ha hecho cosas y están tan tranquilos.

De todos modos, como persona de izquierdas, e ideológicamente creyente de la capacidad de reinserción y la capacidad de aprendizaje del ser humano, no tengo una política carcelaria ni una política punitivista respecto a muchas cosas. Ahora bien, los curas tocaban niños y no es suficiente que te cambien de parroquia.


Acaba la frase: La masculinidad tóxica es…


Un horror, un desastre y una hecatombe emocional de una incapacidad emocional brutal. Es algo a extinguir.


¿Qué cambiarías del mundo?


Que el primer impulso no fuese el juicio.


¿Qué consejo darías a aquellas personas que sufren rechazo?


Es que no puedo dar consejos, puedo solidarizarme con ellos y preguntarles que necesitan. Hay que ponerse al servicio de las personas que sufren rechazo y acompañarlas.


¿Todo es política?


Sí.


¿Quién es el político que menos soportas?


Con la extrema derecha no tengo nada de lo que aprender, ni siquiera nada que escuchar.


Te voy a plantear un juego. Te digo una palabra y me respondes con la primera palabra que se te venga a la cabeza.

Feminismo


Necesario.


Racismo.


Fascismo.


Lgtbiq+


Compañeros.


Sostenibilidad


Futuro.


Traición.


Dolor.


Sexo.


Vida.



TEAM

Model – Carlos Cuevas / @carloscuevas

Photographer – Leticia Díaz de la Morena / @leticiadiazdelamorena

Hair stylist and MUAH – Iñigo Gómez by MÖN ICON TEAM / @inigobeauty

Fashion stylist – Zara Garo / @zaragaro

Editor in Chief - Pablo Aragón / @pabloaragon


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