“Tengo una batalla con mi cuerpo desde que tengo uso de razón”
La contadora de historias, Chloé Wallace (1994, Madrid), es una artista con mayúsculas. La que pretende ser la Sofia Coppola española nos enamoró con su particular visión en “Un cuento perfecto” y hará lo propio con “Mala influencia”. La guionista, directora y también fotógrafa ha posado en su hábitat natural y nos ha realizado una serie de confesiones que llegan al alma.
Chloé Wallace brilla con luz propia y más cuando ves su vulnerabilidad. Hemos podido conocer más de ella a través de sus luchas con su cuerpo, sus reivindicaciones en pos del feminismo, sus reflexiones en “Hola Stranger” que te perforan el corazón y con una sonrisa pura que te traslada a una mañana soleada en verano. Chloé Wallace con todos ustedes.
CON LA LENTE PUESTA
“Ser mujer en esta industria es horrible”
Tu trabajo más reseñable hasta la fecha es la serie “Un cuento perfecto”, ¿cómo fue rodarla?
Increíble. Acababa de graduarme entre comillas del Máster de cine que hice en Nueva York y siento que la serie fue otro máster, aprendí muchísimo. Tuve la suerte de trabajar con Anna y con Álvaro que son maravillosos y unos profesionales brutales. También fue una experiencia muy dura. Al acabar la serie llevaba una tensión acumulada… Soy una persona muy perfeccionista y la responsabilidad de hacer una adaptación que además tenía tantos fans y hacerla al mismo tiempo como yo quería…
¿Tenías miedo a defraudar?
Siempre. Había algo también que mientras íbamos rodando que me pasaba que a mí me gustaba mucho. Sentía que si a mí me gustaba también le iba a gustar a otra gente. Es un sentimiento un poco extraño. Lo que más miedo me daba era la reacción de los fans, pero, las primeras semanas cuando estamos rodando en Grecia, Elisabet vino a vernos al rodaje un par de días y me dijo que todo estaba como ella pensaba que iba a ser en su cabeza cuando escribió el libro y me quedé muy tranquila.
Yo me había leído el libro y sé que hay dos finales y no me imaginé que fueras a hacer los dos finales y me sorprendió gratamente…
Es una cosa que Marina (escritora y showrunner de la serie) quería hacer como en el libro. Al final el libro es un elige tu propia aventura, con qué final te quedas y a mí me gustan los dos.
¿Jamás te planteaste una segunda temporada y ver hacia dónde van David y Margot?
Es bonito imaginarlo, pero al final es un proyecto de encargo, entonces a mí me puede gustar mucho la historia y haber trabajado en ellos, pero no es mío. Es más una decisión más de Elisabet de si quería escribir otro libro que al final es su bebé y yo he tenido la suerte de entrar en el universo, pero… A mí me gusta así, aunque sentía también como que quería explorarles a ellos más juntos más tiempo...
Has dicho que tienes una relación de amistad con Álvaro y con Anna. Dame un adjetivo de cada uno de ellos.
Anna es pizpireta, tiene como esa esa energía muy de bengala y Álvaro es todo lo contrario, es cauto.
Si pudieses elegir con quién trabajar en un futuro, ¿con quién sería?
Ahora mismo la primera persona que me sale es mi hermana, me encantaría. Me encantaría hacer un proyecto juntas y también me encantaría trabajar con mis amigas Silma López o Claudia Traisac…
¿Qué esperas de 2024?
Que me traiga tantas cosas buenas como me ha traído 2023. También he empezado a aprender a disfrutar de estar tranquila y relajada.
¿Cómo te atreviste a escribir tu libro “Hola Stranger”?
Ya estaba escribiendo en la newsletter y siento que no ha sido un salto tan grande ya porque ya me estaba exponiendo, incluso ahí hay capítulos del libro que están publicados en inglés en la newsletter. Ha sido muy natural, no es como que de repente he escrito una ficción. Me ha dado muchísimo respeto, pero en general soy muy kamikaze y me tiro siempre a la piscina.
¿A qué le tienes miedo?
A no estar a gusto en mi cuerpo, es una cosa que me da mucho miedo. Tengo una batalla bastante constante y tengo un miedo al fracaso gigante. Oscila mucho con mi idea de que es el éxito, va cambiando a medida que van pasando los años, pero está muy presente en mi vida desde que soy muy joven.
¿Es algo inherente al artista o a la persona que tiene ciertas actitudes para el arte el síndrome del impostor?
Es muy curioso, porque yo siempre digo que siento que no tengo síndrome de impostor. Existe y a veces me llama la puerta y entra un poquito, pero es verdad que para ser artista tienes que tener una confianza en ti mismo.
¿Con qué sueñas?
Con seguir trabajando como estoy trabajando, haciendo lo que me gusta, con viajar, ver sitios nuevos y con el amor. Soy una romántica. También con ganar un Óscar desde que tengo 12 años.
¿Cómo es Chloe?
Muy kamikaze, muy torpe, tengo moratones siempre en todas partes porque me estoy dando constantemente golpes. Soy muy buena anfitriona. Me encanta ser anfitriona y pasar tiempo con mis amigos y con mi familia. También un poco caótica, soñadora y sensible.
Antes dicho algo hablando de tu aspecto físico que tienes una batalla, ¿desde cuándo?
Desde que tengo uso de razón, seis o siete años.
¿Te miras al espejo y te quieres?
No siempre, no, no siempre. A veces tengo días que sí, y eso es una suerte. Es menos con el espejo, sino como estando en un lugar físico o con otra gente. Cuando estoy sola no soy tan consciente, es más cuando salgo al mundo donde entra la comparación.
¿Es complicado para ti una alfombra roja o un evento?
Sí, ahora mucho más que antes. Como estoy detrás de la cámara desde hace tantos años es como que de repente me comparo. A ver no sufro, es como el antes y el después. El ‘Ay, a ver qué tal’ y el después de ‘ay dios, qué mal salgo en esta foto’.
¿Qué te hace feliz?
Mi perro, mi hermana, jugar a juegos de mesas con mis amigos, decorar mi casa, y comer cosas ricas.
¿Lloras mucho?
Antes lloraba mucho más, soy súper llorica. Ahora llevo como desde junio medicada, entonces los antidepresivos han conseguido un efecto que la verdad es que me alegro, estoy un poco más en balance y no lloro tanto por todo.
¿Tienes muchas cicatrices emocionales?
Muchísimas. Soy una suma de cicatrices emocionales desde cuando me rompen el corazón o me decepciona alguien que me gusta que pueda haber sido un mes, pero como que se queda conmigo o movidas familiares como tenemos todos o cuando en el cole me hacían bullying que me ha marcado un montón… Es imposible ser humano y no tenerlas.
¿Por qué te hacían bullying?
No lo sé, es una pregunta que me he hecho muchas veces durante muchos años, o sea, siento que no hay una razón concreta. Ahora lo veo con el tiempo y digo ‘ay, pero si es que era monísima será por eso’, en ese momento yo no me sentía que era por eso para nada, no lo entendía. Entonces, no lo sé, por ser diferente creo.
¿Perdonarías a esas personas?
Las he perdonado, pero no me olvido. No, es que sea rencor, sino que al final fue una cosa que me marcó mucho y a la mayoría de esas personas no las he vuelto a ver. Pero hay algunas cosas de las que me acuerdo mucho y muy bien.
¿Crees que te hizo más fuerte?
No lo sé, no estoy segura de sí estoy de acuerdo con eso de que ‘lo que no nos mata, nos hace más fuertes’ … Obviamente no sería la misma persona, me ha hecho consciente, no sé si más fuerte o más resiliente, de lo duro que es pasar por ello.
¿Qué no volverías a hacer nunca?
Todas las cosas que he hecho me han llevado al momento en el que estoy ahora y he aprendido por el camino. Muchas veces pienso no debería tener los pensamientos tóxicos que tenía con la comida o no purgaría o vomitaría … Es una cosa de la que tengo mucha consciencia, pero también siento que he aprendido mucho de todas las cosas que he hecho mal o que siento que he hecho mal.
Chloe, ¿te quieres?
Sí, sí, mucho, mucho. Hay momentos en los que no soy capaz de como abrazarlo del todo porque soy muy crítica, entonces no sé si me merezco quererme en ese momento porque no he hecho suficientes cosas de la lista que tengo en ese momento, pero por lo general, sí. Es porque tengo mucha gente que me quiere y me demuestran que soy “lovable”. Además, tengo esas cosas de sentirme realizada por como he llevado mi vida. Con 19 años estaba dirigiendo y me he comprado una casa y no he cumplido 30 años. Son cosas que siento de las que estoy muy agradecida, y las he conseguido gracias a mí. Entonces me quiero por eso.
Opinión sobre las redes sociales.
Siento que hay una parte que me encanta y es que puedo ver lo que hacen mis amigos y puedo hablar con mis amigos que viven en Estados Unidos o en China. Aunque también la dependencia y la comparación y todo como lo malo que ha creado siento que es como el demonio absoluto. Estoy aprendiendo a tener una relación más sana con ellas.
¿Hay algún activismo en el que te gustaría verte involucrada?
Sí, todos. Me considero una persona bastante activista. No estoy demasiado informada como me gustaría sobre el cambio climático. Siento que no hago lo suficiente y es algo que me gustaría tener más presente, porque el racismo, la homofobia y el sexismo lo tengo integrado.
¿Qué es para ti el feminismo?
Estoy como un poco negativa con el tema la verdad, siento que no estamos realmente donde la gente se piensa que estamos, ya no solo como sociedad. Es algo que pienso todos los días, de lo que soy hiperconsciente. Siento que la gente que me rodea en general es feminista, pero en cuanto empiezo a salir un poco del círculo… digo ‘Ay dios’. El otro día vi una entrevista que me hicieron cuando tenía 19 años y me hacían la típica pregunta de si has tenido algún problema ahora que estás empezando a dirigir y al ser mujer en esta industria… y yo respondí que había tenido mucha suerte y que no… Ahora han pasado 10 años y tengo otra perspectiva.
¿Cuál sería tu opinión ahora?
Que 100% ha sido más difícil para mí y para un montón de mujeres. Ser mujer en esta industria es horrible.
¿Te consideras libre?
Sí. Quizás no libre del del todo como me gustaría por el patriarcado y la sociedad en la que vivimos, pero soy muy privilegiada y muy libre.
¿Cuál es tu consejo para aquellas personas que sufren rechazo por ser quiénes son?
Que que se joda el resto. Siento que es la única forma de seguir adelante.
No quieres contratarme porque soy mujer, pues… ¡qué te jodan! Porque soy negro… ¡qué te jodan! Incluso el capítulo del bullying de mi libro se llama: ¡Qué te jodan Marta A.! Es la única forma de sentir poder porque creo que te sientes tan powerless…
Si ahora mismo te doy el poder de hablar a todo el mundo, ¿qué dirías?
Me salen cosas muy políticas… ¡Que haya más mujeres en cargo! Cambiaría todo muchísimo. Cuando trabajo con mujeres haciendo pelis es otra dinámica.
Te voy a proponer un juego de asociación:
Feminismo.
Yo.
Racismo.
La sociedad.
LGTBIQ+.
Amor.
Salud Mental.
Importante.
Amor.
Siempre.
Sexo.
También siempre.
Traición
Dolor.
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