Llevo viendo unos cuantos días como se aniquila sigilosamente a golpe titular a Brendan Fraser.
El gran problema es que los medios de comunicación hacen como que no se dan cuenta de lo dañinos que pueden ser cada uno de sus titulares. He llegado incluso a leer: “’The Whale: La resurrección”’ de un obeso Brendan Fraser” ahora ya borrado de la esfera digital. Quizás incluso algún erudito se dio cuenta de que esto era gordofobia pura y dura.
Pero no ahí no queda el acoso de la palabra, que en este caso fue un ataque directo (por cierto, nada aislado), también hemos visto los más que manidos “La caída en desgracia del icono de Hollywood, ¿y su resurrección?” o “¿Qué fue de Brendan Fraser? De cotizado galán al acoso y un increíble cambio físico”. Luego nos sorprendemos y escandalizamos del bullying en los colegios…
Aunque entiendo la era del click por el click, de los datos y de las estadísticas para poder vender espacios publicitarios dentro de las webs, esto es muy ruin. No todo vale. ¿De verdad no hemos aprendido nada? No hemos aprendido el daño que podemos causar a una persona con unas pocas palabras. ¿El acoso de los paparazzis y la critica periodística a Britney Spears no nos ha enseñado nada?
Que el poder de la palabra llega a los confines de la tierra es innegable. Si eres un gigante y te propones destruir a una estrella, dale a la tecla que tienes en los dedos agujas afiladas y granadas “pulsadas”. Si por el contrario quieres a alzar a los olimpos, las huellas dactilares están cubiertas de seda. Eh ahí, nuestra “magnificencia” y prepotencia.
En el caso de Brendan Fraser la prensa le ha infligido más de un daño. Philip Berk, presidente de la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood abusó sexualmente de él, lo cuál destrozó al actor. Años más tarde, el actor de “La momia” consiguió Speak Up alto y claro.
Tan solo me queda un par de preguntas sin respuesta: ¿Hasta dónde llega nuestro poder? ¿Conseguiremos regular de una vez por todas el considerado acoso mediático?
Brendan Fraser te pido perdón en nombre de todos nosotros.