El desfile de KOCHÉ ha sido una coctelera agitada donde se meten los ingredientes más diversos para tener un resultado extraordinario con sabores que no combinan nada entre sí.
La marca parisina KOCHÉ, fundada en 2015 bajo la dirección creativa de Christelle Kocher, es un referente en la PFW. Y lo es gracias a que utiliza los desfiles para difundir la diversidad y la inclusión de "géneros, formas corporales, orígenes sociales y geográficos".
Sonaba Pink Floyd de fondo cuando el punk glam de KOCHÉ se hacía presente. Looks masculinos entre vestidos de malla y faldas con un toque hard. Pero a medida que los ritmos se aceleraban las camisas perforadas y el Sr Google aparecían en escena. ¿Esas sudaderas eran propaganda del gigante tecnológico? No, era una declaración de intenciones.
El cuero ha sido uno de los referentes de esta colección que también ha dominado los accesorios. En contraste, un montón de blanco llenó la pasarela. Y para acabar el desfile, la tecnología quiso darse de la mano con la moda gracias a un abrigo iluminado en LEDs y pequeñas pantallas digitales. Un totum revolutum.
Lo que parece haber sido prendas sinsentido conjugadas de cualquier forma, no es tal. Es KOCHÉ en plena ebullición ya que todo está pensado para contar una historia con el fin de que nos preguntemos a donde va el futuro de la moda. Uno en el que KOCHÉ no puede faltar. ¡KOCHÉIZATE!