KNWLS busca la vanguardia punk de primeros de año del milenio en la LFW.
KNWLS sabe bien lo que funciona. Esta vez han querido seguir con sus estandartes: vaqueros de tiro ultrabajo, encajes cruzados y prendas de cuero. Además, la colección está llena de tonos etéreos y siluetas abstractas, que infunden a las prendas elementos de vanguardia.
Si a todo ello lo conjugamos con la estética Y2K que es trendy este año, KNWLS consigue triunfar. "A medida que avanzamos hacia un futuro que nunca se ha sentido menos seguro, la esperanza reside en las cosas que ya conocemos mejor", decía el comunicado del desfile, aludiendo a un espíritu reflexivo que reforzaba los elementos básicos de la marca con un ritmo progresivo.
En los 2000 había una tendencia que predominaba y no era mucho difícil de poseer. El tanga a la vista para insinuar y mostrar. KNWLS ha querido hacer lo mismo. Además ha añadido a sus conjuntos un tie dye quemado que nos recordaba a aquellas noches donde pont aeri y el techno resonaba en las discotecas.
Los vestidos tenían tachuelas de cristal y estaban cortados al bies, los corsés estaban hechos de ante flexible y los leggings eran acampanados. Los abrigos de aviador "a prueba de balas" se confeccionaron en lana que se asemejaba a la tela vaquera, mientras que los peinados brillantes de las modelos aludían a los viajes cósmicos de la ciencia ficción. A pie, los contrastes siguieron chocando: los duros tacones Gladiator caminaron junto a las acogedoras collabs de UGG perforadas con anillos metálicos y diseñadas con punta cuadrada, que recuerdan a las botas Hellz de la marca.
Según WWD, el dúo KNWLS será el próximo diseñador en colaborar con Jean Paul Gaultier en una próxima colección de alta costura.