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  • Foto del escritorLucía Montalbán

THE BEAR: Meter al oso en la jaula

The Bear, la serie estadounidense que ha fascinado al público este otoño por su frenético realismo.

Este verano se estrenó una de las series que más se está postulando como una de las mejores de 2022. Sin embargo, no ha tenido demasiada repercusión hasta bien entrado el otoño. Se trata de la comedia dramática estadounidense creada por Christopher Storer, The Bear. La historia que relata es la de Carmy, uno de los mejores chefs del mundo que, actualmente, se encuentra llevando el humilde restaurante familiar que le ha dejado en herencia su hermano Mikey tras suicidarse. A partir de este momento, comienza un viaje complicado para todos los personajes del drama, ya que, aparte de sufrir una pérdida, van a iniciarse algunos cambios con Carmy como nuevo jefe del Original Beef of Chicagoland. El restaurante está en números rojos y el equipo de cocina no tiene ninguna disciplina ni organización. Es un gran reto para el protagonista, teniendo en cuenta que sufre ansiedad, sintiéndose, a veces, como si tuviera un gran oso furioso enfrente.


En esta historia podemos ver cómo colisionan dos posiciones, están los que buscan comerse el mundo y los que tratan de no ser engullidos por el mismo. Lo curioso de esta aparente dicotomía es que deriva en un punto común: todos están buscando su sitio, algunos tienen ilusión y ambición por crecer profesionalmente en el universo culinario y, por otra parte, otros están tan perdidos en sus rutinarios esquemas que no son capaces de encontrarse por los mismos pasillos que recorren cada día.

Finalmente, tras una temporada frenética, parece que el sentimiento común es de reconciliación. Una reconciliación consigo mismos y con los demás, e incluso, con la vida que no esperaban, pero les llegó. A Carmy le llegó el restaurante de su familia tras el suicidio de su hermano, en principio parecía una situación en la que iba a tener que poner todos sus esfuerzos y salud para intentar salvar el restaurante, que era lo único que le quedaba de su hermano, el único anclaje a su infancia, a la inmovilidad a pesar del tiempo. No obstante, contra todo pronóstico, esos no eran los planes de Mikey para Carmy. No esperaba que su hermano reparará sus errores, quería que dejara ir aquel lugar, que lo hiciera en paz. Para ello, le dejó una breve nota con la tradicional receta de espaguetis que hacía su madre, lo que de una manera que ni imagináis, le lleva a la casilla de salida. A su sitio, el que siempre ha sido su sitio. Pero esta vez, con el oso enjaulado.

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