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Menos de tres horas después de que ambas partes presentaran sus alegatos finales el jueves por la tarde, el jurado de ocho personas volvió con un veredicto que declaraba que el diseñador de lujo estadounidense no había infringido la marca de adidas y, por tanto, no era responsable de los daños ni de los beneficios derivados de la venta de productos con cuatro rayas o con su cinta grosgrain característica.
"Nos complace que el jurado haya determinado que Thom Browne Inc. no infringió en ningún momento ninguna de las marcas registradas de Adidas. Durante más de 20 años, Thom Browne ha sido una fuerza pionera en la moda de lujo, aportando una estética de diseño totalmente única y distintiva que combina la sastrería clásica con la sensibilidad de la ropa deportiva americana. Esperamos seguir diseñando y ofreciendo los productos creativos que se han convertido en el sello distintivo de la marca Thom Browne", declaró un portavoz de Thom Browne en un comunicado recogido por WWD.
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El juicio, que comenzó la semana pasada en el Tribunal del Distrito Sur de Manhattan, se remonta a junio de 2021, cuando adidas presentó una demanda por infracción de marca y dilución contra Thom Browne, argumentando que "a pesar de que Thom Browne conocía [sus] derechos sobre la famosa marca de las tres rayas", la casa de diseño neoyorquina "ha ampliado su oferta de productos mucho más allá de [su] especialidad de ropa formal y de negocios". En la demanda se alegaba que Browne "vende ahora ropa y calzado de estilo atlético con dos, tres o cuatro rayas paralelas de forma que se confunden con la marca de tres rayas de adidas".
Adidas reclamaba 867.225 dólares en concepto de daños y perjuicios por los posibles derechos de licencia y otros 7 millones de dólares por los beneficios que, según alega, la marca neoyorquina ha obtenido de los productos con rayas.
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