Jamás pensábamos que daríamos un titular como este, pero Thom Browne nos ha sorprendido con su propuesta fetichista que nos invita al deseo sucio, aunque casto.
El desfile celebrado en el interior del Automobile Club de la Place de la Concorde
nos dejó obnubilados, anestesiados y con ganas de más. Y es que nadie podía presagiar lo que estaba por ver. El mix del preppy style con el punk más gamberro no es algo a lo que estemos acostumbrados.
Esta colección de ropa de hombre Primavera/Verano 2023 trae tweeds de todos los colores, incluyendo gris con amarillo y verde y azul con rosa y azul claro. Todo muy de la clásica sastrería ajustada de Thom Browne, pero esta vez, no lo verás en el hipódromo. Puede que cada uno de los looks paseen en frente de los restos de la tienda Sex de Vivienne Westwood.
Pero más allá de la sorpresa inicial, la firma sigue desdibujando las líneas entre la masculinidad y la feminidad, aportando tejidos clásicamente femeninos para construir formas clásicamente masculinas. Los trajes de tweed se combinan con sugerentes prendas interiores como el suspensorio como elemento que invita a la pasión sin cortapisas. También pudimos ver un bordado en forma de ancla como pieza facial y cosida en los blazers de tweed.
Los hombres llevaban minishorts (todo muy Miu Miu) y faldas recortadas que se apoyaban en la cintura. Las entrepiernas caídas y las siluetas sin mangas fueron un componente esencial de la colección, ya que Thom Browne presentó sus sargas de algodón de verano. La colección sigue modernizando los trajes tradicionales con su colección SS23, amplia y mucho más arriesgada. Con modelos que desfilan con el pelo en punta de inspiración punk, esta temporada fetichiza el look clásico de alta gama, aportando una emoción adicional a la sastrería clásica. Para rematar la jugada los modelos llevaban carteles con sus números (como en los antiguos desfiles de alta costura), pero sin orden ni concierto. A veces lo inesperado consigue arrebatar vítores, este es el extraño caso de la última muestra creativa de Thom Browne.