Acne Studios ha querido que nos pongamos cómodos en una habitación total pink con camas vestidas con sábanas de seda. Todo con el fin de que vivamos el romanticismo en su propia esencia. Incluso un poco más de la cuenta.
La casa sueca de Jonny Johansson, Acne Studios, ha celebrado su décimo aniversario desfilando en París como parte de la Semana de la Moda de París esta temporada. Y no nos defraudó.
Acne Studios cuya seña de identidad es realzar la figura con trajes que se drapean y se doblan sobre el cuerpo de forma natural, a menudo en suaves tonos neutros o pastel, ha vuelto a hacer lo propio. Su SS23 se basa en el romanticismo dramático llevado al extremo. En la estancia el rosa inundaba cada rincón. Alfombras de plumas y pedestales en forma de caja que levantaban candelabros mientras sonaban melodías nórdicas que te trasladaban a otro mundo donde todo es posible. Hasta el amor más imposible.
Acne Studios ha establecido una conversación entre las fantasías en tonos pastel de la infancia y la sensibilidad vanguardista que nos hace volar cada temporada. Juega con la mezcla de la dulzura casi cheesy a la rudeza de ciertos elementos góticos. Los minivestidos de encaje semitransparente dejaban entrever lo que había debajo, decorados con grandes lazos y decorosos emblemas de corazón. Los lazos de gran tamaño atenúan cualquier rasgo grunge y la seda se ve también en accesorios y hasta en un momento cubre los torsos como si se tratase de una toga griega.
Y siguiendo con las flores y los corazones, algunos looks emulaban los labios curvados de los pétalos de rosa, los dobladillos sostenidos con alambre, mientras que las rosetas aparecían como cinturones o en el cuello de los trajes de guinga. Por supuesto no faltaron las tachuelas como su opuesto porque como bien se sabe no puede haber una rosa sin espinas.