El actor estadounidense realizaba extraños rituales donde mujeres le tenían que venerar con ofrendas.
¿A perro flaco, todo son pulgas? Eso mismo debe estar pensando Ezra Miller que no debe dejar de salir de su asombro al conocer que su entorno no cesa en su empeño para exponerle de la manera más cruda.
Esto no quiere decir que se carezcan de veracidad cada uno de los testimonios, ni mucho menos. Esto quiere decir que quizás no sea la mejor manera de ayudarle. Pero, ¿quiénes somos nosotros para juzgar?
Y es que lo último que sabemos es que fuentes cercanas al actor han dicho que desde que este adquirió cierta fama comenzó a mostrar "delirios de grandeza". Siendo este el principal motivo por el que ha llegado a esta situación. Estos también han hablado de Tokata Iron Eyes y han asegurado que "Ezra se creía el nuevo Mesías, y que su unión con Tokata iba a traer el apocalipsis. Llegó a creerse "Jesucristo" o "El diablo", por lo que creó un altar en una granja de Vermont para que le rindieran culto”.
En este lugar, Ezra llevaba a cabo extraños rituales en el que mujeres le llevaban ofrendas a su altar. Entre estos objetos se encontraban "balas, marihuana y figuras de acción de `The Flash´. La "celebración" era otro de los "delirios de grandeza" que sufría el actor, como bien ha confirmado Erin, una de las exparejas del actor. Se ha mostrado preocupado por la salud mental de Miller, ha descrito su relación con él como una mala experiencia. "Fue como estar en una relación sadomasoquista no consensuada con Ezra. Puedo poner excusas para su comportamiento todo el día, pero no quiero hacerlo. Los delirios de grandeza tienen que salir a la luz. Siempre amaré a Ezra, pero no quiero que siga este camino cuesta abajo y oscuro".