La multinacional sueca fast fashion ha sido acusada de hacer Greenwashing.
El cambio climático está siendo uno de los temas principales que preocupan al ser humano en los últimos años. Tras el impacto social que muchas empresas se han apuntado al carro de la sostenibilidad. Incluso para muchas de ellas se ha convertido en una prioridad ante la demanda de los consumidores en pensar en verde.
Ahora H&M se encuentra en el centro de la polémica tras haber sido demandada por un marketing de sostenibilidad "engañoso" o greenwashing. Este concepto último es una práctica de marketing verde destinada a crear una imagen ilusoria de responsabilidad ecológica. Las ONG utilizan con frecuencia el término greenwashing para denunciar a las empresas que se preocupan por el medio ambiente cuando sus actividades son perjudiciales para éste.
Esa "comunicación verde" no siempre significa que la empresa sea más respetuosa con el medio ambiente ni que haya adquirido un compromiso medioambiental. Así, el greenwashing se define como una comunicación abusiva y engañosa.
La acción legal está defendida por Chelsea Commodore, que presentó la demanda el 27 de julio. Según la demanda colectiva, se acusa a H&M de "aprovecharse del interés de los consumidores" por el slow fashion y la fabricación consciente. Al parecer, la marca utilizaba "tarjetas de puntuación medioambiental" para el etiquetado, el embalaje y las campañas de marketing de sus productos que no cumplían realmente la norma de sostenibilidad, "falseando información que no se correspondía con los datos subyacentes".
¿H&M hará algo para responder a esta demanda? ¿Conseguirá darle la vuelta y hacerse aún más “Green”? ¿Nos mostrará a donde van a para sus residuos? ¿Dejarán a un lado la sobreproducción?