Kim Kardashian ha decidido no callar más. Parece que ha tomado el ejemplo de Joe Alwyn.
La icono y estrella televisiva ha dado una de sus entrevistas más íntimas para la revista Vogue. En ella ha hablado de su divorcio con Kanye, pero sin mencionar a Pete Davidson.
La nueva musa de Balenciaga está en un momento vital definitorio. Acaba de aprobar el examen para ser abogada, está enamorada de Pete Davidson y va a estrenar una temporada de las Kardashian. Pero siempre hay sombras en tanta luz. El divorcio con Kanye West no está siendo todo lo fácil que se podría esperar.
El silencio de Kim se ha roto y ha querido exponer los motivos de la ruptura más memorable de estos últimos diez años: "Durante mucho tiempo, me dediqué a lo que hacía feliz a otras personas, y creo que en los últimos dos años me he lanzado con lo que me hace feliz a mí misma. Y eso hace que me sienta muy bien. Incluso si eso motivó cambios y provocó mi divorcio, creo que es importante ser honesta contigo misma acerca de lo que realmente te hace feliz. Me he elegido a mí misma. Considero que está bien elegirte".
“Tienes que ser la mayor admiradora de tu ex frente a los niños”. Así es como Kim Kardashian se defiende de Kanye West. El cantante lleva unas cuantas semanas burlándose de la reina del clan Kardashian. Ahora, sin embargo, el rapero quiere que “Dios reúna a su familia”, así comento en una de sus últimas publicaciones en Instagram. ¿Con que Kanye nos quedamos? ¿Es una de sus tantas manipulaciones semanales? Parece ser que Kim lo tiene claro. Jamás hablará mal de Kanye a sus hijos, pero los caminos tienen diferentes destinos.